Los Presupuestos Generales del Estado para 2016, presentados en sus líneas generales el pasado viernes, no tienen el carácter social que les atribuyó el presidente del Gobierno Mariano Rajoy en su comparecencia, según denunciaron ayer el PSOE y diversos analistas. Rajoy puso el énfasis en que el 53,5% del importe de las nuevas cuentas está dedicado a gasto social.

El portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, acusó a Rajoy de haber reducido cinco puntos el peso del gasto social en los Presupuestos desde 2011 y le preguntó por qué "si todo va tan bien" sigue "castigando" a los desempleados y a los pensionistas.

En concreto, Hernando subrayó que en 2011 el gasto social suponía el 58% del total de las cuentas públicas y en 2016 será sólo del citado 53,5%. Hernando se preguntó por qué el Ejecutivo sigue reduciendo la cobertura del desempleo y por qué sólo eleva el 25% las pensiones, porcentaje que consideró "una propina".

En todo caso, diversos analistas coincidieron ayer en señalar que, tras cotejar los datos con todo cuidado, el gasto social previsto en las cuentas de 2016 es incluso inferior al de los Presupuestos del presente ejercicio. Según estas fuentes, el porcentaje real del actual ejercicio es del 53,9%, cuatro décimas por encima de lo previsto para 2016.

Además, en términos absolutos, las partidas destinadas al bienestar social (pensiones, educación, sanidad, becas, dependencia, políticas activas o desempleo) sólo crecerán en 2016 un 0,38% respecto a este ejercicio, al pasar de 187.408 millones a 188.130 millones. Un esfuerzo de sólo 722 millones, pese a la fortaleza del crecimiento económico y del empleo.

Por su parte, el portavoz adjunto del PP, Antonio Gallego, eludió entrar a rebatir estas acusaciones y destacó que es positivo que el Gobierno elabore ya unos presupuestos para 2016, aunque no se sepa quién va a gobernar, porque esto transmite ""confianza y estabilidad" a los mercados, a los ciudadanos y a los socios de la UE.