El PP aseguró ayer que no hay "ningún escándalo" en la polémica reunión que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mantuvo el 29 de julio en su despacho oficial con el exvicepresidente Rodrigo Rato, imputado en el "caso Bankia" e investigado por blanqueo de capitales.

Su vicesecretario, Javier Arenas, calificó de acertado que el Ministro recibiera a Rato en su despacho y que, ante las exigencias de la oposición de que dimita, haya pedido comparecer mañana en el Congreso, a las nueve y media, para aclarar de qué hablaron.

Arenas afirmó que "la oposición se está excediendo y precipitando". "Creo la versión que nos ha dado el Ministro, espero que se concrete con todo detalle y el asunto quede zanjado", dijo Arenas en referencia al comunicado en el que Fernández calificó la conversación de "exclusivamente personal". Rato contradijo al Ministro al afirmar que hablaron "de todo lo que me está pasando", con lo que dejaba claro que trataron de su situación procesal.

El malestar de destacados barones del PP llevó al presidente Mariano Rajoy a forzar la comparecencia del Ministro en el Congreso, donde la oposición le bombardeará con decenas de preguntas. Arenas dijo además ayer que nunca tuvo la ocasión de recibir al exvicepresidente en su despacho, pero que le felicitó las Navidades por la mucha relación que tuvieron. En esa línea, el portavoz el grupo popular, Rafael Hernando, afirmó que se reuniría con Rato si se lo pidiera, porque lo conoce de hace tiempo, pero aclaró que lo haría con transparencia.

Agentes de la Unidad Central Operativa mostraron a la Asociación Unificada de Guardias Civiles su malestar por la reunión del Ministro con Rato, así como su preocupación por si la investigación de la causa en la que está imputado el exvicepresidente "pueda quedar intoxicada".

La AUGC mantiene su petición de dimisión del Ministro, ya que considera, desde que se reunió con "un presunto delincuente", el titular de Interior "queda invalidado y tiene que asumir las responsabilidades públicas que se derivan de ello". El secretario general de la AUGC, Alberto Moya, destacó que Fernández tiene, "por su cargo y jerarquía, toda la información sensible de las investigaciones que se están llevando a efecto" sobre Rato, no sólo por parte de la UCO, sino de la Oficina Nacional contra el Fraude, porque este órgano se coordina a través de la Secretaría de Estado de Seguridad.

No quiso aventurar Moya si Rato se reunió con el Ministro para pedirle su mediación en la investigación, pero señaló que "cualquier imputado trataría de buscar una solución a sus problemas" y, "evidentemente", los de Rato saldrían en la reunión.

"Por mucho menos, hay policías y guardias civiles imputados por revelación de secretos", y Fernández "debe asumir responsabilidades", dijo Moya en alusión a la necesidad de que dimita. El secretario general de la AUGC aseguró que en un despacho público "no hay asuntos privados" y las consecuencias inmediatas de todo esto son que la investigación queda intoxicada por la interferencia política", lo que supone una "quiebra la confianza de las fuerzas de seguridad".

La reunión de Fernández con Rato en la sede de Interior ha saltado a la prensa internacional. "Financial Times", diario de referencia del mundo financiero, habla de "escándalo potencialmente dañino" para el Gobierno y se refiere a Rato como el "exjefe caído en desgracia del FMI" (Fondo Monetario Internacional), al que tacha de "figura tóxica" que ya ha sido rechazado por sus compañeros del PP. El periódico destaca que su "reputación" "fue demolida" durante su período como presidente de Bankia, entidad que tuvo que ser rescatada y recuerda su detención mientras las cámaras captaban cómo era introducido "sin miramientos" en un coche policial.