Las policías española y marroquí desarticularon ayer una red que captaba yihadistas, fundamentalmente mujeres, para el grupo terrorista Estado Islámico (EI). La operación se tradujo en la detención de diez personas en Toledo, Badalona (Barcelona), Xeraco (Valencia) y en la marroquí de Casablanca.

La red se extendía en ambos países y además de a la captación, se dedicaba al adoctrinamiento radical y apoyo logístico para el Estado Islámico (DAESH por su acrónimo en árabe).

Los detenidos en España son cuatro, dos mujeres, ambas de nacionalidad marroquí, y dos hombres. Uno de ellos es un musulmán converso de nacionalidad portuguesa que fue arrestado en Toledo, y el otro, detenido en Badalona, es un joven de 20 años de origen magrebí nacido en Cataluña que vivía con su madre.

La mujer sufrió una crisis de ansiedad como consecuencia de la intervención policial y fue atendida por un equipo médico.

De las dos mujeres, una también fue detenida en Toledo y la otra en la localidad valenciana de Xeraco. Esta segunda es una joven de 20 años que vivía con sus padres en ese municipio desde hacía nueve años, según ha explicó a "Efe" su alcalde, Francesc Serralta.

Cuarenta unidades policiales con apoyo aéreo lanzaron la operación sobre las 05.30 horas de la madrugada en Xeraco. Tras la detención, registraron el domicilio de la joven, según el regidor.

El Ministerio del Interior informó también de otros registros domiciliarios en los que se intervino numeroso material informático y diversa documentación que ahora está siendo analizada. La operación sigue abierta y no se descartan más arrestos.

El ministro, Jorge Fernández Díaz, explicó que "el proceso de captación y radicalización se produce actualmente en un 80% a través de las redes sociales y el 20% restante a través de centros de culto y prisiones, mientras que hasta hace tres o cuatro años era al revés". De hecho, el grupo desarticulado ayer divulgaba el ideario yihadista mediante comunicaciones con un elevado grado de privacidad, algo que conseguían usando plataformas virtuales dotadas de filtro de seguridad.

La red había logrado extender sus ramificaciones a España y Marruecos, además de ser capaz de mantener contacto con terroristas ubicados en zonas de combate, lo que les permitía disponer de datos en tiempo real de las circunstancias que facilitaban o impedían los desplazamientos de voluntarios que trataban de engrosar las filas del EI.

El proceso de funcionamiento del grupo desarticulado se iniciaba cuando alguno de sus miembros mostraba públicamente su compromiso con la organización terrorista, justificando sus acciones y acatando totalmente su ideario. Una vez culminada la captación, la red procedía al aislamiento de los nuevos miembros, a quienes sólo autorizaba a tener contacto con otros componentes del grupo. Después ponían en marcha el desplazamiento a la zona de combate.

Interior precisó que, con las de ayer, son ya 156 las personas detenidas esta legislatura en este tipo de operaciones. Entre las más importantes de 2015, destacan la del 13 de marzo, que culminó con el arresto de ocho miembros de una célula yihadista, en Barcelona, Gerona, Ciudad Real y Ávila.