Rechazo prácticamente unánime en la política asturiana, aunque con diferentes matices, al paso dado ayer por los grupos independentistas en Cataluña, tras dar el primer paso en el parlamento autonómico en busca de la secesión.

El presidente del Principado, Javier Fernández, afirmó que la tradicional apuesta de su partido por el diálogo ante el problema catalán queda ahora en un segundo plano ante el desafío secesionista. "Los socialistas siempre hemos apostado por el diálogo y la política para afrontar el problema territorial. Ahora bien, cuando un parlamento desafía al Estado con una declaración unilateral de secesión, poniéndose al margen de la ley y el derecho, la primera medida debe ser situarse al lado de la ley y del derecho en la defensa de ese Estado", declaró Fernández.

La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, se manifestó de forma contundente: "La provocación de dos grupos independentistas catalanes tendrá respuesta, hay mecanismos suficientes desde la fortaleza de las instituciones". Para Daniel Ripa, de Podemos, "la situación revela la dejación de funciones de Rajoy, que ignoró cuatro años el proceso catalán (...) La Cataluña del 3 por ciento se parece a la de los papeles de Bárcenas y los ERES de Andalucía".

Gaspar Llamazares, de IU, repartió también responsabilidades de la crisis catalana. "Unos pueden edifica castillos en el aire, aunque no puedan edificar ni un parlamento constituyente y otros dan demasiada densidad al aire. Son dos posiciones que se retroalimentan. Hace falta recuperar el diálogo". Para Cristina Coto, de Foro, la iniciativa independentista "forma parte del guión; lamentamos y mucho la escenificación política y mediática. Todas las respuestas están en nuestro Estado de Derecho".

Nicanor García fue tajante. "Es un golpe a la democracia y al orden constitucional que aprovecha un momento de debilidad del Gobierno".