El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha instado al PSOE a hablar a partir del viernes "desde la igualdad y la corresponsabilidad", convencido de que los nacionalistas vascos y catalanes sí podrían facilitar la formación de un Ejecutivo de izquierdas, en el que también estuvieran IU y Compromís.

Al acabar el pleno del Congreso que ha rechazado la investidura del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, Iglesias ha emplazado a los socialistas a sentarse de nuevo a negociar con ellos a partir del viernes, cuando se celebre la segunda votación.

En declaraciones a los medios tras la primera votación, en la que Sánchez sólo ha conseguido el apoyo de los 90 diputados del PSOE y los 40 de Ciudadanos, Iglesias ha confiado en que la investidura salga finalmente adelante con un acuerdo distinto.

De aquí al viernes hay un pacto, el de PSOE con Ciudadanos, que no le convence porque supone la continuidad de las políticas que han llevado al país "al desastre".

Pero luego ha deseado que se pueda formar un Gobierno de progreso, que "sí tendría apoyos suficientes para sacar adelante la investidura".

Sobre el tono bronco del debate, sobre todo por su parte, Iglesias ha considerado que no tiene importancia en un cara a cara parlamentario y menos aún en este caso, en el que lo que importa realmente es "tener un Gobierno".

"Y se ha visualizado que se puede, no el que salga de este pacto que no tiene apoyos (...) Pongámonos a hablar desde la igualdad y corresponsabilidad a partir del viernes", ha pedido.

Luego, en el patio del Congreso, ha insistido en que un Gobierno del PSOE con Podemos contaría con el apoyo de IU, Compromís y otros y seguramente podría ser facilitado por los nacionalistas vascos y catalanes. Sería un Gobierno con votos suficientes y no como el del PSOE con Ciudadanos, ha agregado.

El único problema para que eso no haya ocurrido ahora, a su juicio, ha sido que el PSOE "no se ha atrevido" a pactar con Podemos.

Iglesias también ha asegurado que Podemos no quiere que haya nuevas elecciones y, como prueba de ellos, ha argumentado que fueron los primeros en ofrecer una posibilidad de pacto, el pasado 23 de enero.

En esta misma línea, el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, ha explicado que el voto contrario de su partido ha sido "un no a un cheque en blanco", como han hecho también el resto de grupos, aunque cree que aún queda tiempo para poder conformar un Gobierno de izquierdas.

También el portavoz de IU, Alberto Garzón, cree que un acuerdo "a cuatro" tendría posibilidades de prosperar, porque además partiría ya con 161 diputados, y sólo tendrían que garantizarse alguna abstención más.

Garzón ha insistido en que el PSOE "debe girar a la izquierda" y explorar esa vía. La pelota, ha añadido, "está en el tejado del PSOE", al que ha advertido de que su voto será nuevamente negativo que si mantiene el programa económico con Ciudadanos.

El PP: "La segunda parte del partido"

Por su parte, el PP ha asegurado esta noche que a partir del día 5 -un día después de la segunda votación- comienza "la segunda parte del partido" y ha asegurado que "la va a jugar", porque está "en el terreno de juego".

En estos términos se ha pronunciado el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, en declaraciones a los periodistas en el Congreso tras la primera votación del debate de investidura.

Martínez-Maillo ha subrayado que hoy Pedro Sánchez ha salido "claramente derrotado" y espera que por eso "reflexione" o al menos su partido, el PSOE, "le haga reflexionar".

También ha tenido un mensaje para Ciudadanos y ha advertido de que "allá lo que quiere hacer" el líder de este partido, Albert Rivera, con sus votos, que por el momento "no sirven para nada, salvo para reforzar a Pedro Sánchez".

Ha pedido en cualquier caso a Ciudadanos que, igual que hoy ha reclamado responsabilidad al PP, se la reclame también al PSOE, en pro de una gran coalición. El número tres del PP ha asegurado que su partido va a intentar que no haya nuevas elecciones.

Y ha insistido en que "este partido no se ha acabado", queda ahora "la segunda parte", y el PP está "dentro del partido y en el terreno de juego". "No nos hemos ido al vestuario, desde luego vamos a jugar esta segunda parte", ha insistido.

También el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, ha señalado que el PP quiere que "se intensifique" el diálogo y "se dejen al margen los posicionamientos personales partidistas" para que los partidos con los que los populares quieren pactar se sienten en una mesa y vean que tienen "puntos en común".

A partir de la semana próxima, ha asegurado Casado, el PP volverá a tender la mano a Ciudadanos y a los socialistas. Y espera que el PSOE se haya dado cuenta de que no puede ir solo a una gobernación.

Rivera: "Los españoles quieren soluciones y no problemas"

Mientras, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha mostrado "satisfecho" tras la primera sesión del debate de investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez, a quien la formación naranja ha dado apoyado con el voto de sus 40 diputados: "Los españoles quieren soluciones y no problemas", ha subrayado.

En declaraciones a los periodistas en el pasillo del Congreso de los Diputados, Rivera ha destacado que la formación naranja ha defendido este miércoles el acuerdo de legislatura alcanzado con el PSOE para "intentar sacar a España" de la situación en la que se encuentra.

Por su parte, el portavoz del partido en la Cámara Baja, Juan Carlos Girauta, ha evitado adelantar qué pasará si Sánchez no es investido presidente del Ejecutivo en la segunda sesión del viernes insistiendo en que PP y Podemos tienen 48 horas para "corregir" su voto negativo al candidato socialista y permitir un Gobierno "reformista y progresista".

"Nos jugamos cosas muy serias como para estar mareando la perdiz o haciendo cálculos electorales", ha señalado. En este sentido, ha advertido de que los españoles premiarán a los partidos "constructivos" y castigarán a los que esperan que pasen los plazos para que haya elecciones y a los que intentar dar "lecciones de superioridad moral", en alusión a PP y Podemos, respectivamente.