El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dicho hoy que no descarta ninguna fórmula de gobierno para desbloquear la situación política del país y ha asegurado que no se cierra a que haya representantes de Podemos y Ciudadanos en el ejecutivo de cambio, reformista y progresista que pretende liderar.

Sánchez ha señalado en la Ser que la única formulación posible es un gobierno transversal donde estén representadas todas las fuerzas políticas del cambio que, a su entender, ejemplifican el PSOE, Podemos y Ciudadanos.

Así se lo trasladará mañana al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en la reunión que mantendrán para desbloquear las negociaciones que permitan la formación de un gobierno y en la que Sánchez le será "muy franco" al líder de la formación morada.

En este encuentro, Sánchez planteará a Iglesias que España necesita con urgencia un gobierno, un cambio y un acuerdo que propicie ese gobierno de cambio.

El líder del PSOE espera encontrarse mañana a "un Pablo Iglesias que, de verdad, quiere un gobierno en España", que vaya predispuesto a avanzar para no quedarse en la "casilla de salida" y que desbloquee la situación.

"No tiene sentido seguir prolongando esta agonía", ha recalcado Sánchez, quien insistirá en que las fuerzas políticas de izquierdas y de cambio deben entenderse.

Para el líder socialista, resulta llamativo haber podido alcanzar un acuerdo con un partido de centroderecha como Ciudadanos y, sin embargo, tener "dificultades" para entenderse con Iglesias, a pesar de ser los dos de izquierdas.

"La diferencia es que yo he sabido leer lo que nos dijeron los españoles el 20 de diciembre, que es cambio, mestizaje ideológico y gobierno transversal", ha afirmado Sánchez.

Ha recalcado la importancia de que el partido de Albert Rivera esté dentro del acuerdo, porque, a diferencia de en Valencia, en el Congreso no hay una mayoría absoluta de izquierdas.

No obstante, ha reconocido el valor de las propuestas sociales del denominado "gobierno a la valenciana" que, según ha subrayado, sí se incluye en el pacto de base alcanzado con Ciudadanos y que el PSOE mantiene como condición "sine qua non" ante el encuentro de mañana con Podemos.

Y, por eso, Sánchez intentará poner en marcha con Iglesias una agenda común centrada "más en lo social que identitaria", al estar convencido de que si se anteponen los aspectos sociales se llegará a un entendimiento.

Para el líder del PSOE, lo que hay que hacer realidad es el "espíritu del cambio" que ha supuesto el gobierno valenciano formado por los socialistas y Compromís y apoyado por Podemos.

Sobre los cien días transcurridos desde las elecciones, ha rechazado que sea un tiempo perdido pues cree que constituyen el primer paso hacia el cambio, mientras que, en lo personal, ha afirmado que ha madurado como político y ha dicho que "lo fundamental es ser honrado y humilde".

"Al posponer el congreso, hago un favor a quien quiera presentarse"

Sánchez ha afirmado que el aplazamiento del congreso federal del partido, en el que se tiene que renovar su liderazgo, está haciendo "un favor" a aquellos que quieran competir con él al separar el debate interno de la formación de gobierno en España.

Ha asegurado que, desde el punto de vista personal, le hubiera convenido celebrar en mayo el congreso "mucho más que en el futuro", después de que la militancia le respaldara ampliamente en la consulta celebrada a finales de febrero sobre el acuerdo de gobierno con Ciudadanos.

"Posponiendo la celebración del congreso, lo que estoy haciendo, hasta incluso es un favor a los militantes que quieran presentarse a ese congreso. No estoy incorporando a la agenda política española el debate interno legítimo que pueda haber en el PSOE", ha señalado Sánchez en declaraciones en el programa "Hoy por hoy" de la Cadena SER.

El líder socialista ha subrayado que el congreso de un partido es un momento "muy trascendental" que necesita "sosiego para que la militancia pueda escoger".