Este sábado se cumplen 54 años de la boda en Atenas entre don Juan Carlos y doña Sofía. El entonces príncipe contraía matrimonio con la joven aristócrata tras un año de noviazgo y con la vista puesta en conseguir el trono de España.

El matrimonio vivió unos primeros años de felicidad y armonía y compartió el nombramiento de don Juan Carlos como Rey de España, tras la muerte de Franco. La pareja tuvo tres hijos y ofrecieron la imagen de familia ideal ante la sociedad española durante décadas.

El reinado de Juan Carlos I contó con el apoyo incondicional de doña Sofía como consorte. No obstante, los últimos años del monarca en el trono estuvieron marcados por la polémica y las desavenencias entre ambos fueron cada vez más evidentes.

Las relaciones del Rey

La Reina se caracterizaba por una educación germánica, rígida y conservadora. Un perfil que contrastaba con el carácter del Rey. Este hecho hizo que la ella callara e hiciese oídos sordos ante las idas y venidas de su marido. Los rumores sobre los líos de faldas del monarca siempre estuvieron en los corrillos reales.

Centrada en su familia y en sus labores benéficas, doña Sofía hacía frente a un matrimonio que solo funcionaba de cara a la galería.

La salida a la palestra de la princesa Corinna fue la gota que colmó el vaso. Las apariciones del matrimonio real empezaron a reducirse y la Reina adoptó un papel más de madre y de abuela que de consorte.

Este papel distanciado de la figura del Rey se vio más definido con la postura de doña Sofía al estallar el escándalo Nóos. La Reina decidió apoyar a su hija y a su yerno, mientras que el Rey manifestó su distanciamiento de los mismos.

El accidente del Rey cazando en Botsuana y su posterior operación de cadera supusieron el perdón público del Rey por sus excesos. Doña Sofía no se pronunció al respecto y, a partir de ahí, se les ha visto juntos sólo en ocasiones puntuales .

La última escenificación del matrimonio real fue durante la abdicación del Rey y posterior coronación de Felipe VI. En ese momento, inició una nueva vida para ambos en la que sus apariciones públicas juntos se cuentan con los dedos de una mano.