El fiscal Pedro Horrach ha arremetido este miércoles, en su última intervención en el juicio de Nóos, contra la acusación de Manos Limpias, el juez instructor, José Castro, los magistrados de la Audiencia de Palma y los medios de comunicación que, en su opinión, han criminalizado a la infanta Cristina a partir de conjeturas.

En su alegato final, Horrach ha cargado contra el sindicato que sostiene la acusación contra la hermana del Rey como cooperadora en dos presuntos delitos fiscales de su marido, el juez que dirigió la investigación, José Castro, la sección segunda de la Audiencia provincial y el propio tribunal que juzga el caso.

Según el fiscal Anticorrupción, la conducta que Manos Limpias atribuye a doña Cristina como socia de su marido en la empresa Aizoon "no constituye infracción penal alguna", porque el principio de legalidad impide que un hecho que no es ilícito en el ámbito administrativo se convierta en delito cuando se traslada al procedimiento penal.

Horrach ha manifestado su "asombro" ante el escrito de acusación de Manos Limpias contra la infanta, que considera que se apuntala en elementos "ornamentales". "¡Cuánta vaciedad!", ha exclamado citando a Émile Zola.

Al juez que investigó la causa le ha reprochado que pusiera en duda la imparcialidad de la Agencia Tributaria al afirmar que desconocía "por qué se deja al margen a doña Cristina de Borbón", que optara por "construir un andamiaje sobre sospechas y conjeturas de gran calado y aplauso mediático" y que se dejara condicionar por los medios para imputarla.

Al tribunal de la Audiencia de Palma que resolvió las apelaciones durante la instrucción, Horrach le ha recriminado que creara una figura inexistente en el sistema procesal español al dejar en suspenso la imputación de doña Cristina.

"La suspensión de la imputación implica de forma directa abanderar una expedición de pesca, una prospección proscrita en el derecho penal. La consecuencia es que la instrucción deja de ser investigación y se convierte en persecución", ha dicho Horrach.

También ha criticado que el tribunal que juzga el caso desde el 11 de enero consintiera determinados comentarios de la abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete: "Durante el interrogatorio a doña Cristina de Borbón, ante el ejercicio de su derecho a no declarar, se le permitieron consignar no solo preguntas sino afirmaciones dirigidas a conseguir la pena de Telediario".

"Cristina de Borbón es infanta de España, crimen. Es licenciada en Ciencias Políticas y Trabaja en la Caixa, crimen. En los registros domiciliarios no se hallan papeles comprometedores, crimen. En una ocasión visitó la sede del Instituto Nóos para recoger a su marido, crimen. Constituyó una sociedad junto a su cónyuge, crimen. Ni un solo testigo habla en su contra, crimen. No se turba ante las preguntas del instructor, crimen. Todo crimen, siempre crimen", ha proclamado el fiscal.

En su informe, Horrach ha subrayado que el marido de la infanta ha intentado tapar su responsabilidad en la trama para "drenar fondos públicos" que creó junto a Diego Torres a través del Instituto Nóos "presentándose bajo la apariencia de una figura decorativa".

Horrach, que ha negado la supervisión de la Casa Real con la que se han defendido Urdangarin y Torres, les ha atribuido la gestión directa de todas las actividades del conglomerado de empresas y fundaciones constituidas en torno a la asociación sin ánimo de lucro con la que planteaban sus proyectos a las administraciones.

"Se presentan como una especie de ONG que se apoya en el señor Urdangarin" por su peso como figura pública dada su condición de esposo de la infanta Cristina.

Horrach acusa a catorce de los diecisiete procesados en el caso Nóos para quienes pide condenas que suman 76 años y 3 meses de cárcel. Únicamente demanda prisión efectiva para nueve de ellos, porque en el caso de los otros seis solicita al tribunal que sustituya las condenas por multa.

También ha presentado su informe la abogada del Estado Dolores Ripoll, en representación de la Agencia Tributaria, que ha recriminado a Iñaki Urdangarin que intentara engañar a Hacienda facturando servicios personales a través de Aizoon para defraudar 326.925 euros en el IRPF de los ejercicios fiscales de 2007 y 2008, y a Diego Torres que defraudara 380.772 euros en 2007.