La comparecencia del director de Antifraude coincidió con la segunda entrega de las conversaciones, publicadas por el diario digital "Público", que apunta a que De Alfonso propuso al ministro del Interior un plan para derribar al frente de CDC al entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, y relevarlo por el exconsejero de Justicia Germà Gordó, con el apoyo de empresarios catalanes como los presidentes de La Caixa (Isidre Fainé), Freixenet (José Luis Bonet) y Planeta (José Manuel Lara, fallecido en 2015).

Sobre este punto, De Alfonso dijo que se limitó a seguir "la corriente" a Fernández Díaz para "ganarse su confianza". "¿De verdad puedo hacer que el presidente de un Govern se aparte y un conseller sea puesto al frente del partido, convenciendo a todos los miembros de la directiva...?", ironizó.

En ese sentido, el magistrado subrayó que su obligación es "ganarse la confianza de quien sea" para obtener informaciones con las que pueda investigar. E insistió en que en la conversación en la que sale a relucir el plan para apartar a Mas, él no hacía ninguna propuesta, sino que se limitaba a seguir "la corriente en las cosas".

Eso sí, admitió que "por supuesto" mantuvo alguna reunión con un consejero de Interior "en los mismos términos y en los mismos tonos" que empleó en su polémica conversación con el Ministro, así como con Gordó.

El plan, según se lo expone De Alfonso a Fernández Díaz en la grabación de la conversación, en octubre de 2014, consistiría en decirle a Gordó: "Tienes que saberlo, Germà, los empresarios te apoyarían (...) el electorado de la tranquilidad de Cataluña". El exconsejero niega haber participado "en ninguna conspiración, con nadie, para apear al presidente Mas".