En la reunión del grupo socialista en el Senado, la semana pasada, el contraste de posturas encontró a Vicente Álvarez Areces encabezando abiertamente el bando a favor de la abstención. La firmeza de la convicción del expresidente del Principado, que intervino en el cónclave para defender el "no al no" sin titubeos, le llevó ayer a la portavocía socialista en el Senado. Pesan en el nombramiento esa actitud tajante y a su lado, según fuentes socialistas, también la apuesta personal del presidente de la gestora, Javier Fernández, a la búsqueda de un aliado estratégico al que conoce bien e incluso, en clave más local, interpretan algunos, la autoridad que Areces puede llegar a ejercer sobre la ahora dividida agrupación socialista gijonesa, la mayoritaria en Asturias.

El senador, que pronuncia "abstención" sin los recelos de otros dirigentes del partido, que en la tensa asamblea de la agrupación socialista gijonesa llegó a sostener el domingo que este enroque de algunos en el "no" a la derecha habría inhabilitado algunas de las negociaciones clave de la Transición, vuelve a atraer los focos esta vez como "enviado" del sector de la abstención en la Cámara Alta.

La portavocía devuelve el centro de la escena al expresidente como resultado de una mezcla de factores en la que tampoco es menor, según las mismas fuentes, la experiencia de Areces en el Senado o la convicción de que el nombramiento otorga al bando abstencionista un voto más a su favor en el Comité Federal. "Desconozco los motivos, pero algo habrá tenido que ver con la capacidad para superar situaciones llenas de complejidad", barruntaba ayer el recién designado antes de repetir que "en el partido no sobra nadie".

El caso es que el relevo en el grupo del Senado estaba cantado desde que el portavoz saliente, Óscar López, de los dos el más alineado con Pedro Sánchez, puso incluso ciertos reparos al debate en aquella reunión del grupo del pasado martes, según fuentes socialistas. Puesta en la tesitura de encontrarle un sustituto, parecía necesario que la gestora buscara un apoyo que Javier Fernández conozca en profundidad, y ahí los representantes asturianos parten bien situados, porque dentro del partido generan menos tensiones y recelos que otros. En esas circunstancias, Areces sería, según una fuente socialista, algo así como un candidato de consenso de la nueva mayoría del Comité Federal.