La diputada socialista asturiana Adriana Lastra, exintegrante de la ejecutiva de Pedro Sánchez, expresó ayer su lealtad al exsecretario general pese a que acató la decisión del comité federal del PSOE. Se abstuvo, pero con la apostilla de "por imperativo". Confió en que Sanchez "se presente a las futuras primarias como espero que haga: seremos muchos los que estemos a su lado", recalcó.

Lastra afeó a la gestora -a la que se refirió como "el órgano provisional que dirige el partido"- que no permitiese una abstención técnica de 11 diputados. "Algunos incluso nos ofrecimos a serlo", insistió. Aseguró también que "ahora, este partido está fracturado y también el grupo parlamentario", y advirtió que la fisura se acrecentará si la gestora desoye las peticiones de un congreso. "Si no lo convocan, nos encargaremos de conseguir las firmas", avisó. Esta semana está previsto que los sanchistas comiencen a recabar rúbricas, que completen la campaña que impulsó el alcalde de Jun. "Este partido necesita unas primarias y un congreso, que es donde se cose", dijo alusión a la tarea que asume Javier Fernández.

El otro diputado asturiano del PSOE, Antonio Trevín, sostuvo en cambio que "el Congreso cumplió su primer deber, que es el de formar gobierno" y recordó que de no haberse abstenido el PSOE "estarían convocándose unas terceras elecciones que habrían sido un desastre para la credibilidad de la democracia y dejaría los problemas de mucha gente en lista de espera". "Ha sido una decisión dura" para los socialistas abstenerse, recalcó Trevín, pero insistió en que el grupo parlamentario "trabajará con acierto, rigor e intensidad" para convertir al PSOE en el partido de referencia que gane unas próximas elecciones. El diputado asturiano recalcó que Rajoy debe "derogar o modificar en aspectos esenciales" algunas de las decisiones "más lesivas" del PP, como la ley Mordaza, la LOMCE o la reforma laboral.

Respecto a la decisión de Pedro Sánchez de abandonar su escaño y anunciar que se preparará para el futuro congreso federal, Trevín se limitó a decir que "marca un camino", en referencia a los diputados socialistas que mantuvieron el no. Y ante la urgencia que Sánchez exigió para el futuro congreso federal, Trevín se limitó a decir que "el deber de todos (en el PSOE) es echar agua a ese fuego interior que nos consume y al que se refiere Javier Fernández".