El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha abierto expediente disciplinario al magistrado Salvador Alba por posible revelación de secretos, incumplimiento del deber de abstenerse y abuso de autoridad en relación con hechos puestos de manifiesto por varias grabaciones publicadas.

Alba sustituyó a la juez Victoria Rosell en su juzgado cuando ésta lo dejó para incorporarse a las listas de Podemos, y desde esa posición un informe suyo fue fundamental para que se admitiera contra ella una querella que la llevó a la dimisión.

Sin embargo, podría haber existido falta de imparcialidad en Alba en esa actuación. Una prueba de su parcialidad podrían constituirla tanto determinadas revelaciones de secretos relacionadas con este asunto como investigaciones desarrolladas por el juez que fueron más allá de sus límites.

Estas posibles irregularidades son, en síntesis, las que investigara ahora el CGPJ, después de los casi seis meses transcurridos desde que abrió diligencias informativas.

En todo caso, la apertura de expediente no supone necesariamente que se vaya a sancionar a Alba y, de hecho, solo significa que el juez encargado de la acción disciplinaria, Antonio Fonseca, progresará en la investigación hasta decidir si hace una propuesta de castigo disciplinario.

Si se llega a ese punto, la decisión del CGPJ deberá esperar a que se resuelva el procedimiento penal que este juez tiene abierto por estos mismos hechos en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.