Patxi López, el único candidato a las primarias del PSOE hasta el momento, no descarta que su partido se esté encaminando hacia un nuevo episodio de bicefalia, como el que protagonizaron a finales de la década de 1990 Josep Borrell y Joaquín Almunia, y pese a reconocer que el modelo no les ha "salido bien" a los socialistas, aunque sí "a otros partidos", no lo desdeña: "Nada es malo por definición, dependerá de cómo lo ejerzamos".

El exlendakari no ha decidido "nada" aparte de presentarse a las primarias a secretario general, y sobre sus hipotéticos rivales en esa elección interna, no tiene preferencias: estará "cómodo con quien eligieran los militantes", incluida la presidenta andaluza y líder del PSOE-A, Susana Díaz, a quien dos "barones" de peso cubrieron ayer de elogios, empujándola a dar el paso de competir con López.

El primero, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien puso en duda que Díaz no sea "aceptada" por los militantes socialistas catalanes o de otros territorios, pues "es un cañón comunicando" y "suena a ganadora".

El castellano-manchego Emiliano García-Page, ante la propia mandataria andaluza, dijo que en política valora "a la gente que quiere comerse el mundo, jugar a lo grande" y "ganar desde la ambición" de "tener la confianza" de todos.

Entre tanto, fuentes del entorno de Pedro Sánchez avanzaron que el exsecretario general desvelará si se presenta a las primarias "en los próximos días, antes de fin de mes", y que "está bien, fuerte y tranquilo", "llamando" a militantes y cuadros medios a los que ha estado, "sobre todo, escuchando". Según estas fuentes, Sánchez ha constatado que la "política de hechos consumados no ha gustado" entre las bases y que sigue contando con "muchas adhesiones", por lo que continúa "dependiendo de sí mismo".