El Ministerio del Interior descartó la amenaza potencial que podrían representar los dos yihadistas detenidos en Madrid el pasado 28 de diciembre, que supuestamente disponían de un kalashnikov, cuando recibió información de la Guardia Civil que descartaba que este arma fuera real, alertando además de que la operación de la Policía Nacional se había basado en un confidente. Los dos yihadistas, que están presos, aseguraron en conversaciones con funcionarios de prisiones, según se publicó ayer, que un amigo de ellos, confidente policial les tendió una trampa al incitarles a grabar vídeos yihadistas y ponerles en contacto con un supuesto traficante.