El PSOE tiene un problema con su modelo de organización interna, que provoca choques entre la militancia y sus representantes. Este es uno de los aspectos en los que debe centrarse el congreso federal del 17 y 18 de junio, según las "Bases políticas para la ponencia marco", documento elaborado por un equipo de "expertos" que ayer aprobó la gestora del partido.

El texto, que servirá de preámbulo a la ponencia política, defiende para el PSOE "un nuevo proyecto político" orientado a "reconquistar el espacio de centralidad" a través de "una agenda reformista". El afianzamiento de la socialdemocracia servirá, según el documento, para cerrar el paso a los populismos de distintos signo que amenazan con adueñarse de la escena política.

Ignacio Urquizu, sociólogo y diputado por Teruel; Rosa Conde, antigua portavoz del Gobierno y también socióloga; Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales; Luz Rodríguez, profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha y secretaria de Empleo en la primera ejecutiva de Pedro Sánchez; José Andrés Torres Mora, diputado por Málaga; Rafael Simancas, portavoz del Empleo en el Congreso; Eduardo Madina, diputado; Ramón Jáuregui, portavoz en el Parlamento Europeo y Amelia Valcárcel, catedrática de Filosofía y miembro del Consejo de Estado, trabajaron durante más de un mes en el informe. Son trece páginas en las que, entre otros aspectos, se refrenda la decisión de desbloquear la situación política incluso a costa de "heridas profundas" que "dañaron gravemente" la unidad interna del PSOE. "Como telón de fondo de esta discusión aparece nuestro modelo de partido y la democracia interna", constatan los autores del documento. Para resolver esa quiebra interna, el texto propone abrir en el congreso "una profunda reflexión" sobre la organización, destinada a establecer "nuevos canales que permitan la máxima participación de los afiliados tanto en las deliberaciones como en la elección de los puestos de máxima responsabilidad". "Necesitamos continuar mejorando nuestros modelos de democracia interna", insta el informe, que analiza los tres niveles de participación que conviven en el seno del partido -las primarias, las estructuras de representación intermedias, como los comités, y las asambleas de militantes en las agrupaciones-. El objetivo es que esas tres formas de democracia "puedan convivir sin producirse choques de legitimidades". El documento refleja la importancia de "dar una respuesta satisfactoria al legítimo deseo de participar lo más directamente posible en la toma de decisiones" de quienes ahora están presentes en el debate político sólo a través de las redes sociales.

Incorporación del PSC

A la reunión de la gestora del PSOE asistió ayer, por vez primera desde su constitución hace ya casi cuatro meses, al exdiputada Teresa Cunillera en representación del PSC. La incorporación de Cunillera es el primer signo de la recomposición de relaciones entre los socialistas catalanes y el PSOE, desde que la ruptura de la disciplina de voto en la investidura de Rajoy abriera una grave crisis entre ambas organizaciones. La comisión en la que PSOE y PSC tratan de cerrar ese desencuentro se reunirá hoy y despejará definitivamente la duda de si los socialistas catalanes podrán participar en la elección, en la segunda mitad de mayo, del nuevo secretario general del partido hermano. La posible fórmula de entendimiento consistiría en que los militantes del PSC, 17.314 según el censo de diciembre pasado, que quieran votar en las primarias del PSOE se inscriban antes en una lista. En el proceso interno del congreso del PSC participaron unos 9.000 afiliados.