El PNV es ahora el principal objetivo de Mariano Rajoy en la negociación presupuestaria, una vez que da por cerrada toda posibilidad de alcanzar algún acuerdo con el PSOE. El presidente del Gobierno anunció ayer que además tiene avanzadas "muchas cosas" con Ciudadanos.

Rajoy quiso suavizar el tremendismo de su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien aseguró que "sería una catástrofe" que no se aprobaran las cuentas públicas para este año. "Las palabras ya sabe que son matizables. Son una catástrofe o una mala noticia, se puede hacer con mayor intensidad en unas ocasiones que en otras", señaló en una entrevista radiofónica. Sin embargo, queda todavía mucha negociación, a la que espera atraer a los nacionalistas vascos, pese a lo distantes que se muestran ahora. En cambio, la cercanía presupuestaria con el partido de Albert Rivera está conseguida desde la negociación del techo de gasto.

La relación con los socialistas, en cambio, se mantendrá, según el jefe del Ejecutivo, en los términos de colaboración actuales y no irá más allá. Rajoy descarta que, a estas alturas, el PSOE acepte compartir gobierno y sólo confía en tener su respaldo para "resolver temas para dentro de 25 años".