El Partido Popular afronta hoy su 18 congreso nacional en un clima de tranquilidad, prácticamente de aclamación a Mariano Rajoy y en el que la atención se centrará en interrogantes sobre la organización del partido y algunas iniciativas sociales que avivan el debate interno.

Tampoco el PP afrontará grandes debates ideológicos, sino que más bien tratará de flexibilizar sus posiciones para atraer a un sector de centro-derecha que ahora tiene en Ciudadanos otro referente. Pero de fondo estará la música de la corrupción, pese a que los dirigentes populares han tratado de alejarla del cónclave que hoy comienza en la Caja Mágica de Madrid, en el barrio de San Fermín (Usera).

La incógnita de Cospedal

Quizás sea la principal cuestión que se dilucidará en este congreso. ¿Continuará María Dolores de Cospedal como secretaria general del PP? Tras el desgaste de la Gürtel, los papeles de Bárcenas (una penosa herencia recibida) y su nombramiento como ministra de Defensa, hay quienes pensaban que esta mujer de 51 años, que continúa como lideresa del PP de Castilla-La Mancha, debería dejar paso en su puesto como secretaria general.

Algunas enmiendas presentadas para su negociación y debate en el congreso tenían ese objetivo, aunque se enmarcaban en una petición para evitar la acumulación de cargos, de modo que quien tuviese responsabilidades de gobierno no las tuviera también de partido. Las negociaciones previas al cónclave no han impedido que el debate llegue vivo al congreso, aunque ya hay acuerdo sobre algunas, como la presentada por el madrileño Íñigo Henríquez de Luna. El partido establecerá una tendencia a una "progresiva" reducción de la acumulación de puestos de responsabilidad, pero no será ahora.

Es muy probable que Mariano Rajoy mantenga a Cospedal como secretaria general, y esa decisión hay que leerla en la clave de la pugna interna que existe entre la manchega y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Rajoy debe mantener un equilibrio de poder entre ambas si no quiere que estallen tensiones internas.

Más responsabilidad para Maíllo

Fernando Martínez-Maíllo ejerce de facto como coordinador interno en el partido, dadas las múltiples tareas que debe desempeñar María Dolores de Cospedal. Pero frente a quienes reclamaban un relevo natural en la secretaría general, es probable que Rajoy opte por otorgar un puesto intermedio a Martínez-Maíllo. No sería ninguna novedad, ya que ocurrió en tiempos de Aznar cuando Francisco Álvarez-Cascos mantenía la secretaría general siendo ministro y Ángel Acebes ejercía de coordinador general, como "número 3" de Génova.

Consolidación de las vicesecretarías

Pocos cambios se esperan en las vicesecretarías del partido, más allá de un "ascenso" de Martínez-Maíllo. Conociendo la tendencia de Mariano Rajoy de intervenir el mínimo necesario y dejar que los problemas se diluyan con el paso del tiempo, todo parece indicar que no habrá relevos en el segundo escalón directivo del partido. Así, es probable que continúen en sus puestos Javier Arenas, Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy, aunque tal vez con algunos ajustes en sus áreas.

El papel de los líderes territoriales

La madrileña Cristina Cifuentes abrió antes de tiempo el melón de las primarias en el partido. Es un debate que llega prácticamente muerto al congreso, toda vez que la mayoría de líderes territoriales han avalado la propuesta de elección mixta planteada por Martínez-Maíllo (una doble vuelta, con participación de la militancia en la primera). Sin embargo, queda por ver en qué posición queda la propia Cifuentes dentro del nuevo comité ejecutivo nacional. Otros territorios también reclaman un mayor peso orgánico. Y es ahí donde pueden producirse las principales novedades.

La ponencia social: aborto y maternidad subrogada

La ponencia social, elaborada por Javier Maroto, será probablemente la que dé más juego de debate. Ya hay algunas iniciativas que han calentado el ambiente, como la petición de que se regule la maternidad subrogada, los vientres de alquiler. Se trata de una cuestión espinosa: los sectores "modernos" del PP la defienden, al considerar que es una alternativa para matrimonios gais y parejas sin hijos; los sectores más conservadores, en cambio, la rechazan de plano.

Unos 1.000 niños llegan a España anualmente mediante esta practica, con un coste para la familia que espera el bebé que gesta otra mujer que puede alcanzar los 120.000 euros. Este asunto también despierta debate en el PSOE y en otros partidos. Los populares plantean que, de regularse la maternidad subrogada, tendría que ser de carácter altruista.

También la posición ante el aborto tensa algunos ánimos. Algunos compromisarios antiabortistas reclaman que la defensa de la vida quede clara en la ponencia política (la parte que asienta los principios ideológicos del partido), mientras que otros sectores piden debatirla en la ponencia social.

Algunas cuestiones de filosofía de partido han sufrido cambios. Así, el planteamiento de que el PP se inspira en el humanismo cristiano quedará plasmado en un preámbulo, lo que ha causado algún resquemor en los sectores más conservadores del partido.

¿Y la corrupción?

El partido ha pasado de puntillas sobre las tramas de corrupción que sacuden al PP, con la intención de que no protagonizasen el cónclave que hoy comienza. Pero será difícil que los populares puedan evitar referencias cuando esta misma mañana se conoció la condena a Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez ("El Bigotes") y otras ocho personas por la denominada "trama Gürtel" de Valencia. Ayer mismo, nueve empresarios están dispuestos a admitir que financiaron al PP para las campañas de Valencia en 2007 y 2009. Y el próximo lunes tendrán que declarar en la Audiencia Nacional la exministra Ana Mato y el representante legal del PP por el "caso Gürtel".

Sin la sombra de Aznar

El que hoy comienza será el primer congreso del PP en el que no habrá discurso de José María Aznar ni existirá un stand de la Fundación FAES. Aznar renunció al puesto de presidente de honor, con lo que ha dejado las manos totalmente libres a Mariano Rajoy, que quiere emprender con este congreso un proceso que modernice algunos aspectos del partido, con el fin de atraer a generaciones jóvenes que ven las siglas del PP demasiado anticuadas.

El efecto en Asturias

La continuidad de María Dolores de Cospedal sería una buena noticia para la presidenta asturiana, Mercedes Fernández, que siempre ha encontrado una aliada en la actual secretaria general del partido. Que este vaya ser un congreso tranquilo favorece el clima en Asturias para la reelección de Mercedes Fernández al frente del partido y queda aún por resolver si el sector crítico (cuya voz ha asumido la presidenta avilesina Carmen Maniega) decide presentar una candidatura alternativa.

Un total de 65 asturianos participan en este congreso nacional del PP, de los que 56 son compromisarios electos y 9 son natos.