El juicio por el expolio del Palau de la Música ha arrancado hoy en la Ciudad de la Justicia, ocho años después de que estallara el escándalo, con el saqueador confeso Fèlix Millet, que ha llegado tres minutos tarde, en silla de ruedas, y su mano derecha, Jordi Montull, buscando un pacto con el fiscal.

Millet ha llegado en silla de ruedas a las 09.33 horas, con tres minutos de retraso sobre la hora prevista para el inicio del juicio, en silencio, sin responder a las preguntas de los periodistas sobre la oferta efectuada al fiscal por Jordi Montull para delatar a CDC a cambio de lograr una rebaja de la pena para su hija.

Montull había llegado poco antes, a las 09.03 horas, también en silencio, acompañado por su hija, la exdirectora financiera de la entidad cultural, Gemma Montull, y por sus abogados, Jordi Pina y Jorge Navarro.

En un elocuente aparte, los dos saqueadores confesos del Palau han mantenido durante un cuarto de hora una discreta pero intensa conversación privada -a juzgar por sus muecas-, agazapados tras unas mamparas instaladas en el sótano de la Ciudad de la Justicia para enmarcar la entrada al Auditorio, donde se celebra la vista oral.

Por su parte, aprovechando el revuelo de cámaras y fotógrafos que captaban la entrada de los Montull, el extesorero de Convergència Daniel Osàcar, para quien el fiscal pide 7 años y medio por su papel clave en el supuesto pago de comisiones a CDC por parte de la constructora Ferrovial, ha accedido al juzgado solo y discretamente.

Los primeros acusados en llegar, a las 08.56 horas, han sido los responsables de Ferrovial Pedro Buenaventura y Juan Elizaga, que también se han mantenido en silencio ante los periodistas.

Desde hoy y a lo largo de tres meses, los exresponsables del Palau de la Música Fèlix Millet y Jordi Montull se sientan en el banquillo acusados de saquear la entidad cultural, bastión cultural de la burguesía catalana, en un expolio que presuntamente enmascaró también el desvío de fondos a CDC y que ascendería a más de 30 millones de euros.

La sesión de hoy, que se ha iniciado a las 10.20 horas, y la de mañana están reservadas al trámite de cuestiones previas, de forma que los acusados empezarán a ser interrogados a partir del día 8.

Por el presunto pago de comisiones de Ferrovial a CDC a través de la institución cultural se sienta también en el banquillo Daniel Osàcar, extesorero de la extinta formación, que tiene quince de sus sedes embargadas por la justicia para asegurar una eventual condena como responsables civiles a título lucrativo del expolio.

El juicio se ha iniciado con un Fèlix Millet postrado en silla de ruedas, tras haber advertido en los últimos días que su estado de salud es precario, por lo que su defensa ha anunciado que pedirá que pueda ausentarse en parte de las sesiones de la vista oral por sus achaques de salud y su avanzada edad.

También sobrevuela el juicio el pacto que Jordi Montull, mano derecha de Millet al frente del Palau, está buscando con la Fiscalía para que rebaje sustancialmente la pena a su hija Gemma, que afronta 26 años de cárcel, a cambio de dar toda la información de que dispone sobre el presunto pago de comisiones a CDC.

En el juicio, la Fiscalía pide 27 años y medio de cárcel para Millet y Montull y otros siete años y medio para el extesorero de CDC Daniel Osàcar, por el supuesto pago de comisiones ilícitas de la constructora Ferrovial a la formación nacionalista a cambio de la adjudicación de obra pública durante la etapa de Jordi Pujol.

La defensa de CDC renuncia a que declaren Turull y Puig

Esta mañana, los abogados de CDC y del extesorero del partido Daniel Osàcar han renunciado a las declaraciones de más de 30 testigos que había solicitado, incluido el actual presidente de JxSí en el Parlament, Jordi Turull, y el exconseller del Govern Felip Puig.

Según han explicado a Europa Press fuentes de la defensa, han renunciado al plantear sus cuestiones preeliminares porque todas estas testificales estaban relacionadas con las mesas de contrataciones de las obras y consideran innecesario su testimonio.

Entre los cargos que ha desechado CDC, y que iban a declarar del 24 al 27 de marzo, figuraban también el exconseller del Govern por CDC Pere Macias y el exconseller socialista Joaquim Nadal, que --como Puig-- habían sido citados como consellers de Política Territorial y Obras Públicas de 1999 a 2004.

Al renunciar CDC a sus testimonios, tampoco comparecerán los que fueron secretarios de Política Territorial y Obras Públicas en el mismo periodo: Josep Anton Grau, Josep Arqués, Josep Mir y Carmina Llumà, conocida porque el excargo del PSC Daniel Fernández y el ya exalcalde de Sabadell Manuel Bustos intentaron 'enchufarla' en el Ayuntamiento de Montcada i Reixac (Barcelona).

No se podrá escuchar tampoco a miembros de la mesa de contratación del concurso para adjudicar las obras de un nuevo pabellón en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), cuya adjudicación a Ferrovial está bajo sospecha: Joan Carbó, Lluís Hosta, Marcel Gómez, Francesc Carulla y el propio Turull.

Otros testigos que finalmente se librarán de declarar son los técnicos de la mesa de contratación de Regsa y Gisa --empresas públicas que gestionaban y adjudicaban obras públicas-- por el proyecto de obras de revestimiento de la Sèquia Bellet: Xavier Borràs, Pilar Matesanz, Salvador Carbonell, Xavier Vall-llosera y Francesc Segura.

Tampoco estarán los que eran miembros de la administración de Gisa: Joan Ignasi Puigdollers, Alfons Ortuño, Josep Anton Grau, Jaume Amat, Enric Ticó, Ramón Farré, Ángel Vicente Sánchez, Jordi Follia, José María Vila, Brauli Duart, Josep Mir, Jordi Julià, Joan Turró, Josep Maria Prochazka, Martí Carnicer, David Vegara, Antoni Segarra y Jordi Cañas.