El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, rechazó ayer que algunas de sus últimas decisiones sean el resultado de la presión del Gobierno. Ante la Comisión de Justicia del Congreso, Maza negó que hubiera seguido directrices del Ejecutivo al oponerse a la imputación del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, en el caso Púnica, y en los recientes nombramientos de la cúpula fiscal.

El fiscal general, que compareció a instancias de PSOE y Ciudadanos, justificó la negativa a imputar a Sánchez amparándose en los informes jurídicos de la Secretaria Técnica de la Fiscalía y de cuatro fiscales de Sala del Tribunal Supremo, explicaciones que no contentaron a los grupos.

"Mientras sea fiscal general de Estado no voy a permitir en ningún caso que a un ciudadano español, sea político o no, se le siga un procedimiento por la Fiscalía si veo que no hay fundamento para ello, y me da igual lo que se pueda pensar de implicaciones políticas sea por un partido u otro", sostuvo Maza en su respuesta ante la comisión.