El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, ha rechazado hoy un partido con "guardias pretorianas atrincheradas en el poder", pero ha alertado del riesgo de convertirse en una organización "sin rumbo" y "sin ideas", que sea una "mera plataforma electoral al servicio de un líder".

Fernández, que ha inaugurado el Foro Político con el que culminan los trabajos de la ponencia marco del 39 Congreso Federal, ha recibido una larga ovación de los aproximadamente 300 socialistas puestos en pie que asisten al encuentro.

La ponencia política presentada por Fernández probablemente será avalada por el Comité Federal el próximo 1 de abril y marcará el punto de arranque de un proceso de participación de los militantes para que hagan sus aportaciones, cara al congreso federal de junio.

El documento presentado habla del PSOE del futuro, de su visión de España y de sus objetivos para una nueva Europa, así como del modelo económico y social que propugna desde la socialdemocracia.

"No queremos una organización burocratizada, entregada a sus estados mayores, con guardias pretorianas atrincheradas en el poder, pero tampoco queremos un parido sin rumbo, sin ideas y sin proyecto político, una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza", ha afirmado.

Tras subrayar que "cambio", "responsabilidad y "moderación" son los ingredientes que han hecho del PSOE un "partido grande", el también presidente asturiano ha defendido que "democratizar" al PSOE no es "convertirlo en una asamblea permanente", lo que, a su juicio, supondría "avanzar hacia una organización más débil y un liderazgo más fuerte".

Sin nombrarlo, el presidente de la gestora ha aludido así al proyecto que abandera el exsecretario general y aspirante a la reelección Pedro Sánchez.

"Evitar el monopolio del poder en las cúpulas en perjuicio de la participación de las bases no pasa por un partido más plebiscitario que deliberativo, más asambleario que representativo", ha advertido el presidente de la gestora al autodenominado "candidato de las bases".

Al encuentro asisten el coordinador de la ponencia política, Eduardo Madina; el portavoz de la gestora, Mario Jiménez; la eurodiputada y ex número dos del PSOE Elena Valenciano, los portavoces parlamentarios, Antonio Hernando y Vicente Álvarez Areces; el presidente de la FEMP, Abel Caballero y decenas de cargos públicos, orgánicos, expertos y profesionales que han participado en la elaboración del documento.

A todos ellos, Fernández les ha dicho que "la gente tiene derecho a saber si somos los que decimos ser" y les ha llamado a "rebelarse contra la idea de que todo está escrito y predeterminado".

También les ha animado a hacer del PSOE un partido "tan plenamente democrático como netamente participativo, con un proyecto de crecimiento y bienestar".

En su discurso, el veterano socialista ha reivindicado la grandeza de la política como instrumento para "resolver los problemas" de los ciudadanos y ha animado a usarla "con las palabras del habla de la gente, que es la única manera que tienen las ideas de poner el pie en la calle".

Fernández ha argumentado que "cuando los burócratas y expertos hacen su trabajo alguien tiene que decidir lo que hay que hacer" y que, aunque para muchos la política sea "conspiración, secretismo y maniobras pragmáticas, no hay peor fantasía que una sociedad sin política".

Tras defender que la política es "el único poder al alcance de los que no tienen poder", ha recordado que la política "no solo la hacen los políticos", sino también "los que quieren que su dinero hable más alto que la gente"; y ha abogado por que el "viejo partido" que es el PSOE no renuncie ni a su "tradición ideológica" ni a su "visión crítica de al realidad".

El discurso de la identidad nacional

Por otra parte, Fernández ha clamado hoy por un PSOE con "un discurso único" para toda España y que lleve la identidad nacional y la "patria" en "la cabeza y en el corazón", pero "no en la entrepierna".

Fernández, en lo que se refiere al dibujo territorial español, ha defendido un Partido Socialista con "un discurso único para toda España", pero no para "una España única, uniforme, monocorde o monolingüe", sino para un país entendido como "un espacio público compartido".

Un país que sea "un único sujeto de derechos" y "una única ciudadanía", en el que se deshagan los "agravios comparativos" entre territorios y la lucha por ver quien "capta mejores inversiones".

Un país, en suma, en el que "una transferencia para servicios públicos universales no sea considerada una ayuda o un subsidio, sino un derecho por pertenecer a una única ciudadanía", ha añadido Fernández.

Es un proceso complejo, ha dicho, porque "hoy hay en España 17 espacios electorales muy competitivos" y porque la actual "estructura política" de España "no está en la Constitución".

La Carta Magna, para Fernández, quedó "abierta" en el 78 al plasmarse "un principio dispositivo" que ha dado lugar, casi 40 años después, a un Estado federal, pero sustentado en un "federalismo construido del revés".

A su juicio, "el Estado de las Autonomías es el nombre emboscado y vergonzante que hoy asume el federalismo" español para articular "la unión en un país con fortísimas pulsiones identitarias".

Descrito el contexto, el presidente de la gestora ha defendido la apuesta del PSOE consumada en la Declaración de Granada, pues se trata de un texto que ha trazado un "espacio entre el independentismo y la ausencia de cualquier estrategia" para aliviar "esa tensión autodestructiva que existe".

"La Declaración de Granada, lo que hizo, fue perfeccionar un muy imperfecto Estado federal" establecido en "una Constitución que no es federal", ha asegurado.

Fernández ha hecho hincapié en la importancia de fijarse en el compromiso que "todo federalismo establece entre autogobierno y solidaridad", ya que promueve un Estado que prima la igualdad social, protege la diferencia cultural e impulsa la "unidad emocional". En otras palabras, una España "sin murallas de rencor", ha incidido.

Por tanto, el PSOE, por su historia, por su modelo, lleva "la identidad y la patria en la cabeza y en el corazón" y "no en la entrepierna". Un PSOE que defiende que haya "espacio para que pase el aire entre identidades porosas y duales".

Y el propio Fernández se ha puesto como ejemplo: "Porque yo soy asturiano y español, y mañana europeo".