El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha negado este martes que en el mensaje que envió a Ignacio González en noviembre de 2016 se refiriera a "cuestiones judiciales" que tuvieran que ver con el expresidente madrileño, al expresarle su deseo de que se cerrasen "los líos", es decir, la situación política en España.

En los pasillos del Senado, Catalá ha explicado también que él mantiene lo que ha denominado una "relación de personalidad" con González, en razón a su trayectoria institucional, y "no una relación de amistad", y ha ratificado que el expresidente de la Comunidad de Madrid "nunca" le ha pedido ayuda para solucionar sus problemas en los tribunales.

Ha aclarado igualmente que el SMS desvelado -ha puntualizado, mediante una "violación flagrante" del secreto de sumario- no es más que una respuesta "de cortesía" a una felicitación que le llegó aquel día, como otros "cientos" de mensajes de felicitación que le enviaron tras conocerse su continuidad en el Gobierno.

Tras responder a dos preguntas en la sesión de control de la Cámara Alta, Rafael Catalá ha confirmado a los periodistas que conoce desde 1996 a Ignacio González, quien desempeñó diversos cargos, como subsecretario y secretario de Estado, así como vicepresidente y después presidente de la Comunidad de Madrid.

"Es evidente que tengo una relación de personalidad con él, no una relación de amistad", ha proseguido.

Catalá asegura que su SMS a González no hace referencia a asuntos judiciales

Catalá asegura que su SMS a González no hace referencia a asuntos judiciales

Catalá asegura que su SMS a González no hace referencia a asuntos judiciales. Vídeo: Agencia ATLAS

En este contexto ha inscrito el mensaje de noviembre mediante el que contestó "con amabilidad y con educación" a su felicitación y en el cual, ha remarcado, le decía, "Ojalá que se cierren pronto los líos", con lo que pretendía transmitirle "una buena voluntad" y un deseo de que "tengamos pronto estabilidad".

Y ello porque, ha recordado, ya había pasado un año con un Gobierno en funciones, con dos procesos electorales y dos investiduras fallidas.

"Y por lo tanto, yo no me refiero en absoluto a cuestiones judiciales", ha subrayado el ministro, quien ha añadido que lo que en todo caso pretendía era expresar su deseo de que se ordenara "la situación política en España".

Tras negar que Ignacio González le haya pedido ayuda por algún asunto judicial, ha asegurado que el ministro de Justicia "no tiene ninguna, ninguna capacidad de influir ni sobre los jueces ni sobre los fiscales para que una investigación vaya en una dirección o en otra".

Y ha apostillado que la labor del ministro "no está en decirle a los jueces y fiscales lo que tienen que hacer, porque no puede", sino en "decirle a la Justicia que sea más ágil", que es "en lo que estamos comprometidos".

Defensa de Manuel Moix

Por otra parte, Rafael Catalá ha defendido la labor del fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, hasta el punto de considerar "intolerable" que se le haya acusado de intentar "paralizar" investigaciones como la del "caso Lezo", en la que fue detenido el expresidente madrileño Ignacio González.

Muy al contrario, ha hecho ver que, si algo hizo en este asunto, fue "ayudar a la buena marcha de la investigación", pero se está diciendo "todo lo contrario" y "enturbiando la labor de un magnífico profesional" con muchas décadas "al servicio de la ley".

De hecho, ha explicado que las indagaciones del caso Lezo han concluido con la acusación, detención y encarcelamiento de "muchas personas".

Ha señalado, igualmente, el titular de Justicia que Moix es un fiscal de carrera con más de 30 años de experiencia y que fue nombrado por el Gobierno a propuesta del Consejo Fiscal y del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, de quien también ha remarcado que cuenta con más de 40 años de carrera en los que ha acreditado un "magnífico desempeño" de su labor.