Pedro Sánchez tendrá garantizado el respaldo de algo más del 60 por ciento del millar largo de delegados, 45 de ellos asturianos, que participarán en el congreso del PSOE del 16 al 18 de junio próximos. Su apoyo es superior al 50% de los votos que obtuvo en las primarias. El nuevo secretario general del PSOE regresó ayer al Congreso, ocho meses después de su renuncia al acta de diputado, para reunirse con la dirección del grupo parlamentario socialista, en la que el portavoz dimisionario Antonio Hernando seguirá a petición de Sánchez.

El reparto de delegados al 39 Congreso Federal del PSOE dibuja la nueva distribución del poder interno. Frente a algo más del 60% de representantes afines al secretario general, Susana Díaz cuenta con un 30% de apoyos, la mayor parte de los cerca de 250 delegados de su federación, la mayor representación territorial con diferencia. A los partidarios de Patxi López les corresponde el 10% restante de los delegados al congreso. Los delegados se elegirán en los cónclaves regionales previstos para este fin de semana.

El respaldo que tiene garantizado anticipa que Sánchez podrá sacar adelante muchas de las enmiendas a la ponencias oficiales, relativas tanto al modelo de partido como a la defensa del Estado plurinacional. El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, instó ayer a los socialistas a concretar su propuesta de organización territorial. "Lo importante es la claridad, más viniendo de un partido que ha gobernado en España y que tuvo participación importante en la redacción de la Constitución. El PSOE tenía una posición enormemente clara sobre esta cuestión y es bueno que clarifique ahora cual es su postura", señaló ayer el ministro.

Después de ocho meses de distanciamiento, Pedro Sánchez y el dimitido portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, se sentaron ayer frente a frente en la sede del partido en Ferraz. El nuevo secretario general considera que Hernando es "recuperable" para la nueva etapa que se abre tras el congreso federal, por lo que ambas partes buscan la reubicación de quien fue portavoz del "no es no" hasta asumir después la defensa de la abstención en la investidura de Rajoy.

Sánchez pidió ayer a Hernando, quien aceptó, que siga en la dirección del grupo tres semanas más para ayudar al portavoz provisional, José Luis Ábalos. Pese a este acercamiento, la relación personal entre ambos es fría y estrictamente de trabajo, como quedó en evidencia en la reunión en la que ambos coincidieron en el Congreso junto al resto de la dirección del grupo parlamentario. Al encuentro asistieron José Luis Ábalos y la asturiana Adriana Lastra. También estuvo el secretario general del grupo, el andaluz Miguel Ángel Heredia, muy cercano a Susana Díaz, ahora abocado al relevo en una responsabilidad de suma importancia para la coordinación del trabajo parlamentario. Durante hora y media, los participantes en la reunión repasaron las iniciativas en marcha en las distintas comisiones y el trabajo preparatorio del pleno de presupuestos de la semana que viene.

"Vengo a trabajar". Esas fueron las únicas palabras de Sánchez al traspasar de nuevo las puertas del Congreso después de su renuncia al acta de diputado en octubre pasado.Esta circunstancia deja el nuevo líder del PSOE fuera de la acción institucional, lo que le impedirá confrontar con Mariano Rajoy en los debates del Congreso y exigirá que tenga a personas de la máxima confianza en los puestos clave de la vida parlamentaria.

En paralelo a la reunión en el Congreso, responsables de la dirección interina del partido se encontraron ayer con representantes de la candidatura sanchista para comenzar el traspaso de poderes y los preparativos del congreso.