Cuando ya empezaba a flaquearle la voz, recién superadas las dos horas de parlamento ininterrumpido, Pablo Iglesias se dedicó a recorrer "el mapa plurinacional de España" región a región. En su recién estrenada versión de candidato a la presidencia, iba el líder de Podemos repasando territorio por territorio todo lo que el país no será si sigue gobernando el PP y al llegar a Asturias le patinó la llingua. Quiso hacer un guiño en bable y cayó en el fallo habitual del madrileño desavisado. Se llenó de úes y erró con el plural de "asturianu". Ignoró que el bable y el castellano ahí coinciden, no le sonó bien que lo correcto era un simple "los asturianos". "Los asturianus", dijo al defender las propuestas territorializadas de su moción de censura fallida, "saben que nunca habra una reindustrialización si ustedes no se van". Luego sí. Dijo bien "Asturies" y añadió que la región "no quiere ser nunca más laboratorio de cambios del modelo productivo que sólo benefician a los privilegiados".

También, pese al lapsus, el líder de Podemos quiso dejar patente su defensa del asturiano y repitió que "Asturies quiere que su idioma se respete y se reconozca y que las decisiones que les afecten se tomen contando con ellos y ellas".

Las referencias escasas al futuro de la región en los dos días de intenso debate en el Congreso dejaron poco más que esos segundos monográficos de Iglesias, que también citó Oviedo en su repaso a las ciudades donde gobierna Podemos o sus marcas locales -en la tribuna escuchaba la vicealcaldesa, Ana Taboada- y regresó muy fugazmente al Principado cuando hubo de replicar la intervención del diputado de Foro Isidro Martínez Oblanca. Éste venía de valorar como "un descomunal paso atrás para Asturias" la alternativa que se le presentaba de un gobierno con Iglesias como presidente y éste entró en la batalla política dejando Asturias al fondo y respondiendo a la alusión del parlamentario forista a una supuesta falta de alternativas para los jubilados con un "no me diga que usted defiende las pensiones de nuestros jubilados votando los presupuestos y haciendo de escudero del PP. Ustedes son una escisión de los populares que nunca se entendió muy bien, más allá de la personalidad del señor Álvarez-Cascos. Son lo mismo que el PP y no representan a los asturianos, sino lo peor de la derecha y del caciquismo", remató.

Tuvo también un recordatorio para la deuda de Foro con Podemos por "las costas de un juicio que perdieron contra nosotros", en referencia al proceso judicial emprendido por el fundador de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, contra el diputado de Podemos Segundo González en el que éste resultó absuelto de una supuesta vulneración del derecho al honor.

Lo que Iglesias dijo de Asturias, o más bien lo que no dijo, también le valió alguna reprimenda, como la de la diputada del PP por Asturias Susana López Ares, que le reprochó su visión "caduca y trasnochada" de la región entre otras razones porque su abrazo a las energías renovables excluye el carbón del mix energético.