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El giro de Pedro Sánchez desconcierta y molesta a los eurodiputados del PSOE

"Nos acerca a Podemos", avisan algunos socialistas defensores del pacto comercial

El giro de Pedro Sánchez desconcierta y molesta a los eurodiputados del PSOE F. GEIJO

El giro del PSOE con su abstención al CETA -siglas en inglés del Tratado de Comercio de la Unión Europea con Canadá- ha servido para agrandar la brecha interna entre los socialistas españoles y también entre los asturianos, que ayer admitieron su sorpresa al conocer el anuncio del nuevo secretario general Pedro Sánchez. "Es un paso más en el acercamiento a Podemos que se acabará pagando", advirtieron ayer algunos.

Distintas fuentes coincidieron en la "estupefacción" que el anuncio de Sánchez provocó en Bruselas, cuando los socialistas españoles habían sido "de los que más habían trabajado para sacar adelante el tratado". En el lado contrario, IU, que mostró su alegría por la decisión, y Podemos, que con satisfacción más contenida porque es un triunfo a medias, ya que reclaman al PSOE español que voten con un rotundo "No" el jueves en el Congreso.

El grupo socialista europeo estuvo dividido durante todos los años que duró la negociación del CETA. Mientras que los franceses, los británicos y parte de los belgas mostraron abiertamente su oposición, los demás apoyaban llegar a un acuerdo. Pero en ese tiempo, los socialistas españoles mantuvieron una postura común y firme a favor. De hecho, desarrollaron un papel fundamental para que saliera adelante el sí frente a la oposición. Y en ese trabajo participó activamente el eurodiputado asturiano Jonás Fernández, según señalaron las fuentes consultadas. Ayer rechazó realizar declaraciones.

Quien sí lo hizo fue la presidenta de la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE, Soraya Rodríguez, quien afirmó que por lo que ella sabe, el PSOE no ha decidido aún su posición sobre el Tratado comercial UE-Canadá, y que hasta ahora los socialistas lo han defendido frente a quienes lo critican "más con eslóganes que con el Tratado en la mano". Así que insistió en que sólo puede expresar la posición que han defendido hasta ahora los socialistas, que ha sido dar un "apoyo claro". Incidió también en que los socialistas han defendido el acuerdo con Canadá frente a quienes lo critican "más con eslóganes que con el Tratado en la mano".

Las declaraciones de Rodríguez parecen confirmar otra de las causas del malestar de los eurodiputados socialistas que estaban ayer en Bruselas: que nadie les consultó el cambio decidido por la nueva cúpula del partido en Madrid. Lejos de tomar una decisión el lunes, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ya anunció ayer al comisario europeo Pierre Moscovici, que el PSOE se abstendrá.

Todos estos "precipitados" acontecimientos han profundizado aún más la brecha en el seno del PSOE español y también en el asturiano entre los partidarios de Pedro Sánchez y el resto. En el caso de Asturias, esa divergencia está capitaneada por los "javieristas", que se alinearon con las posiciones de la anterior dirección federal, liderada por el secretario general de la FSA y presidente del Principado, Javier Fernández, con Susana Díaz como candidata.

Soraya Rodríguez, que se posicionó en esta línea, defendió ayer que el CETA "es un buen acuerdo" que beneficiará a las pequeñas y medianas empresas, que entrarán en el mercado de contrataciones canadiense, y también que supone mejoras en materia de arbitraje, porque dejará atrás el arbitraje privado 'adhoc'.

"Las grandes empresas van a seguir operando y operarían mejor sin reglas que con ellas, la forma de gobernar la globalización es a través de estos tratados que establecen normas", aseguró.

Quienes sí hablaron ayer fueron las eurodiputadas asturianas de Podemos, Tania González, y de IU, Ángela Vallina, que se felicitaron por la decisión del PSOE español, aunque no en la misma medida.

Tania González incidió en que "el cambio de posición del PSOE es el reflejo de que la campaña informativa de los partidos de izquierda, de los movimientos sociales y de los sindicatos ha dado su fruto; que hacer movilizaciones y salir a la calle sirve; que la lucha tiene sus efectos".

Pese a eso, calificó la decisión del PSOE como "insuficiente, porque su abstención va a permitir que España apruebe un tratado que pone en riesgo los derechos laborales, los sociales y los servicios públicos. La posición debe ser en contra, el 'No'", afirma la avilesina.

La eurodiputada asturiana de IU, Ángela Vallina, vincula la decisión de Pedro Sánchez a la recuperación de la unidad de la izquierda en el parlamento europeo. "Me alegro del cambio porque ya somos uno más en el grupo de la socialdemocracia en el Parlamento Europeo", afirmó.

En opinión de Vallina, "no hay que ir al discurso de lo que dice el tratado, que es acabar con la política del campo, poner en riesgo a las pequeñas y medianas empresas... Se trata de legalizar la globalización y con ello la precariedad, incrementar el paro, acabar con los servicios públicos".

Para la eurodiputada asturiana, "el PSOE había mantenido una postura muy recalcitrante a favor del Tratado, y estaban divididos en Bruselas. La decisión adoptada ahora nos beneficia a todos".

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