Mientras la familia de Pilar Garrido, la valenciana presuntamente asesinada en México, sigue en su lucha por repatriar los restos mortales para realizar un segundo análisis de ADN en España, albergando la remota esperanza de un error en la identificación del cuerpo, los investigadores estrechan el cerco para localizar a los autores del crimen. Según ha podido saber el diario Levante-EMV, la policía mexicana tiene desde hace semanas un menor perfectamente identificado, con nombre y apellidos, distinto al del retrato robot, como principal sospechoso del secuestro y posterior muerte de la periodista valenciana.

Hasta la fecha solo se tenía conocimiento de la supuesta imagen de uno de los presuntos secuestradores a través del retrato robot difundido por la Procuraduría de Tamaulipas, realizado tras la detallada descripción realizada por el marido de la desaparecida. Sin embargo, un segundo joven que participó en el asalto fue reconocido fotográficamente por Jorge F. apenas diez días después de que denunciara el secuestro de su mujer. Este sospechoso, de 16 años y con antecedentes por robos con violencia de vehículos, se fugó de un centro tutelar de menores un mes antes de producirse los hechos el pasado 2 de julio.

El marido de la valenciana no había querido desvelar hasta hoy dicha información por si entorpecía la investigación, pero tras cuarenta días sin noticias del avance de las pesquisas policiales, e informaciones "llenas de medias mentiras y medias verdades", considera que no tiene sentido difundir la imagen del retrato robot y no facilitar la identidad de la persona que él mismo identificó sin género de dudas como uno de los dos jóvenes armados con subfusiles que bajaron del vehículo -un tercero se quedó dentro del coche- tras asaltarlos en la carretera entre Soto la Marina y Ciudad Victoria.

Por su trabajo como criminólogo e instructor de policías, Jorge conoce bien las leyes y atribuye esta desinformación sobre el sospechoso al hecho de que se trata de un menor de edad. "Aquí no existe la sospecha, tú eres inocente hasta que se demuestre lo contrario", explica el marido de la valenciana. Respecto a los presuntos secuestradores de su esposa, a los que no quiere referirse como asesinos pues sigue dejando abierta una puerta a la esperanza de que los restos hallados el pasado 26 de julio no sean de Pilar, Jorge no se muestra vengativo. "Yo no quiero venganzas, solo pienso en ser mejor persona y si los cogen solo quiero y pido Justicia", remarca. "Si al final es mi Pilar, ellos ya no me la van a regresar", reconocía con el pesar de saber las pocas probabilidades de que haya habido un error en la identificación de los restos óseos.

"Confío en las autoridades mexicanas, están trabajando lo mejor que pueden y son muy herméticos para no cometer errores, pero cualquier persona querría una segunda opinión", explica haciendo referencia a la solicitud de una prueba de contraste de ADN en España. Tanto él como la madre de Pilar Garrido, que viajó a Ciudad Victoria (México) para apoyarlo y conocer la última hora de los resultados, se enteraron por los medios de comunicación de la noticia de la identificación antes incluso de entrar a la reunión fijada en la Procuradoría. "La verdad es que eso, que lo filtraran a los medios antes de comunicárnoslo a la familia, nos molestó", admite.

Ahora, con el apoyo de su suegra, tratan de arreglar todo el papeleo para que les entreguen los restos y poder traerlos a España. "No sabemos el tiempo que tardarán, cinco o diez días, rápidos ya sabemos que no son". La Generalitat valenciana se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores para agilizar y acelerar dichos trámites de repatriación.