Los integrantes de la célula yihadista de Ripoll se habrían financiado con pequeños robos de joyas y otros objetos, según las investigaciones policiales, que relacionan su actividad con varias denuncias por estos hechos presentadas en Tarragona, en el entorno del chalet de Alcanar en el que tenían su base operativa. A quince kilómetros de esa casa los mossos localizaron la furgoneta de Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll que lideraba al grupo y radicalizó a sus integrantes. La policía considera con casi total certeza que el imán es uno de los muertos en la explosión del chalet, de los que quedaron escasos restos. Ayer comenzó la retirada de la bombonas que se acumulaban en la casa.