Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón que ayer por la mañana fueron expulsados del hotel en el que se alojaban en Pineda de Mar se encuentran ya en Monzón, una localidad de la provincia de Huesca cercana a Cataluña a la que los funcionarios llegaron "con la cabeza alta" -tal y como relataban sus compañeros-, y sin tener que lamentar heridos a pesar de las tensas horas vividas el fin de semana. Los agentes tuvieron que escoger el nuevo hotel después de que interior les pasara una lista con los que tenían disponibles.

A su salida del hotel de Pineda los agentes gijoneses fueron despedidos por dos mossos d'Escuadra que se acercaron a darles un abrazo. Todo un gesto teniendo en cuenta el enfrentamiento vivido entre estos cuerpos en las últimas horas.

Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando uno de los mossos le entregó el escudo que llevaba en el hombro a uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Después ese mismo funcionario catalán se fundió en un abrazo con el subinspector gijonés Iván Fernández, un funcionario que durante la última fiesta de los Ángeles Custodios de la Policía Nacional de Gijón por salvarle la vida a un chico que estaba a punto de ahogarse en la playa de El Arbeyal.

Los gijoneses no fueron los únicos trasladados. Otros agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional tuvieron que dejar sus hoteles, generando manifestaciones contrarias en algunas poblaciones a las que fueron trasladados.