Al menos 540 empresas han dejado Cataluña y se han trasladado a otros puntos de España desde el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, la mayor parte -533 sociedades- entre los días 9 y 11, según datos del Colegio de Registradores de España.

El número puede ser superior porque la cifra del 11 de octubre, el último día disponible, incluye datos de Barcelona, Gerona y Tarragona, pero no de Lérida.

En sentido contrario, desde el 2 de octubre han trasladado su domicilio social a Cataluña 22 empresas, lo que deja un saldo negativo de 518.

El mayor número de salidas -212 empresas- se produjo el día 9 de octubre, jornada previa a la sesión del Parlamento catalán en la que se esperaba la declaración de independencia.

El 10 de octubre se registraron 177 traslados de sede, mientras que el 11 de octubre se contabilizaron 144, aunque para ese día sólo hay datos de Barcelona y Gerona.

En los días previos, los cambios de sede fueron muy reducidos: un traslado el 3 de octubre; dos, el 5 de octubre; y cuatro, el 6 de octubre.

La inmensa mayoría de las compañías que han abandonado Cataluña, 501 de 540, tenía su sede social en Barcelona, según los datos del Colegio de Registradores.

Algunos de los traslados más sonados han sido los de Banco Sabadell, que decidió mover su sede a Alicante el día 5; CaixaBank y Gas Natural, el día 6; Colonial, Abertis y Cellnex, el día 9; Grupo Catalana Occidente, eDreams Odigeo y Grupo Planeta el día 10, y Bimbo e Idilia Foods (propietaria Cola Cao, Nocilla, Paladin y Okey), el día 11, entre otros.

Sáenz de Santamaría advierte de una "desaceleración y recesión económica" en Cataluña

Sáenz de Santamaría advierte de una "desaceleración y recesión económica" en Cataluña

Sáenz de Santamaría advierte de una "desaceleración y recesión económica" en Cataluña. Vídeo: Agencia ATLAS/Foto: EFE

Economistas: la incertidumbre política pasará factura a medio plazo

Los traslados de sedes sociales fuera de Cataluña han provocado inquietud por su valor simbólico y por el efecto arrastre que se está haciendo visible. "Aquellos que tenían previsto invertir en España ahora se lo están pensado y algunos están ya apostando por otros países porque las inversiones demandan seguridad jurídica y tranquilidad y aquí no la encuentran. Esto está pasando", ha asegurado a Efe el abogado y economista Jacint Soler Padró.

Soler Padró, que preside la Fundación Catalunya Societat Civil, que defiende la tesis de la tercera vía ante el conflicto catalán, ha augurado "una catástrofe económica" para Cataluña y España si no se resuelve la actual incertidumbre.

Pese a admitir que los cambios de sedes sociales de compañías no tienen un efecto directo en la economía, considera que "sí ponen al descubierto que hay algo que no funciona" y provoca "desconfianza".

El expresidente de La Seda y exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona en los años 70 se ha mostrado convencido de que, si no se recupera en breve la estabilidad política, los movimientos sísmicos que vive el mundo económico se trasladarán también a las familias.

Por su parte, el profesor de Derecho y especialista en banca de ESADE Juan Ignacio Sanz ha alertado de que el traslado de sedes de empresas fuera de Cataluña tiene efectos colaterales porque esta acción "arrastra" otros negocios relacionados con la vida empresarial, como las consultorías y las auditorías.

Así, el profesor apunta que, tras la marcha de bancos grandes y pequeños, Barcelona ha dejado de ser una plaza financiera, uno de los objetivos que, recalca, tenía la capital catalana en los años 90, al tiempo que la ciudad puede haber quedado tocada como plaza líder de congresos internacionales.

Respecto al cambio de sede, ha afirmado que, aunque la situación política se estabilizara, las compañías que se han ido tardarían "entre 3 y 5 años" en replantearse volver.

Riesgo de "insolvencia económica"

La gran patronal catalana, Foment del Treball, ha alertado también esta semana del riesgo de "insolvencia económica" en Cataluña si se da "un paso más en el incierto camino" hacia la declaración unilateral de independencia.

La patronal, que forma parte de la CEOE, ha asegurado que empresas destacadas de todos los sectores anuncian cada día su decisión de trasladar su sede social y que "centenares de empresas de menor tamaño las están siguiendo".

Es de otra opinión el catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y exconsejero del Consejo de Gobierno del Banco de España, Guillem López Casasnovas, que cree que la situación política puede afectar a la economía a corto plazo, por la ralentización y frenada de inversiones, pero que después "está fuera de duda" la viabilidad económica de una Cataluña independiente.

Para López Casasnovas, esta afectación momentánea se acabará revirtiendo porque el mercado catalán es "muy importante" para muchos inversores y por la fortaleza de su tejido productivo.

Entre las pymes, mayoritarias en Cataluña, la incertidumbre actual está pasando también factura, según varios empresarios consultados por Efe.

Es el caso de un pequeño empresario de Barcelona dedicado a la instalación y mantenimiento de sistemas contra incendios, que afirma que ha empezado a notar cómo se resiente su actividad por el clima político.

"Se están paralizando decisiones tan pequeñas como si se renuevan los extintores, aunque sea obligatorio, a la espera de saber qué pasará", ha asegurado este empresario, que prefiere mantener el anonimato y que admite que ha abierto una cuenta bancaria fuera de Cataluña para poder hacer frente a un eventual corralito.

Otro ejemplo es el de Roberto Ruiz, empresario barcelonés que se dedica a la elaboración artesana de olivadas -paté de aceitunas- y que asegura que, mes tras mes, van reduciéndose la compra de sus elaboraciones en los establecimientos del resto de España.

"No existe un boicot activo hacia nuestros productos, pero injustamente hay cansancio y rechazo hacia Cataluña", ha señalado.

Ruiz asegura que la supervivencia de esta pequeña empresa familiar está en peligro ante la continua caída de las ventas, que atribuye exclusivamente al cada vez mayor rechazo al producto catalán que se está produciendo en el resto de España coincidiendo con la deriva independentista del gobierno de la Generalitat.