El revuelo causado por una información acerca de la expulsión de dos pasajeras de un vuelo de Vueling que cubría la ruta Barcelona-Menorca por haberse dirigido en catalán a una azafata que desconocía esta lengua ha dado un giro de 180 grados después de que un profesor universitario residente en Barcelona haya desvelado que esta información es falsa, tras recabar los testimonios de diferentes pasajeros que presenciaron los hechos.

Según publicó esta semana el diario digital Vilaweb, a raíz del testimonio de una residente en Menorca de 72 años que el pasado sábado por la tarde volaba en el vuelo VY3716 entre Barcelona y Mahón, los hechos ocurrieron después de que una azafata pidiese a esta pasajera que dejase una lámina en un compartimento, ya que se encontraba sentada en un asiento próximo a una salida de emergencias. La mujer se habría negado alegando que tenía miedo que las maletas de otros pasajeros le estropeasen la lámina. La azafata, entonces, le habría exigido que hablase en castellano, algo a lo que la mujer se negó.

Su decisión fue apoyada por otra pasajera, que argumentó que en un vuelo entre Barcelona y Menorca el personal de vuelo debía entender el catalán, según Vilaweb. "Usted le ha faltado el respeto a esta clienta", le dijo la segunda pasajera a la azafata.

Poco después, según esta versión, otra azafata indicó a ambas mujeres que el capitán del vuelo quería hablar con ellas y fueron expulsadas.

La noticia causó un enorme revuelo en las redes sociales, donde se multiplicaron los mensajes de denuncia. Incluso el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.

No obstante, tras la polémica ahora un profesor universitario residente en Barcelona ha desvelado que la información era falsa. En un hilo de 19 mensajes en Twitter, este usuario que se hace llamar @resd9 ha difundido mensajes dejados por varios pasajeros de este mismo vuelo en los que se deja claro que las mujeres no fueron expulsadas por ningún conflicto lingüístico, sino porque no atendieron a las indicaciones de la azafata y por haber provocado un enorme alboroto dentro del avión.

En los citados mensajes, varios testigos de los hechos aseguran que la azafata era asturiana y por eso no entendía el catalán, tal y como ella misma trató de explicar a las señoras que luego fueron expulsadas. Igualmente, los testigos cuentan que el propio piloto explicó por megafonía que la drástica decisión se tomó por las faltas de respeto a la "azafata asturiana", que "terminó llorando" y necesitando la asistencia de una compañera.