El expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont manifestó este miécoles su intención de volver a España tras las elecciones del 21-D para "tomar posesión" de su acta como diputado, aunque dijo que tiene que "pensar" antes de "tomar la decisión", que no lo hará "sin garantías" y que asume "las consecuencias".

Puigdemont compareció ante los medios de comunicación por primera vez en más de un mes desde que huyera a Bruselas y un día después de que el Tribunal Supremo español decidiera retirar las Órdenes Europeas de Detención y Entrega (OEDE) dictadas contra él y los exconsejeros que se fugaron con él a Bélgica.

Una decisión, opinó, que responde al "miedo" de la Justicia española a que Bélgica "no ejecutara" una euroorden que definió como "una chapuza".

"Si Bélgica no se atreve a ejecutar una euroorden es porque sabe que no es aceptable ni presentable a las buenas prácticas europeas", dijo, acompañado de esos cuatro exconsejeros (Lluís Puig, Toni Comín, Meritxell Serret y Clara Ponsatí) y de sus cuatro abogados belgas.

Sobre si va a volver a España, aseguró que "ya tenía intención de volver cuando llegó a Bélgica", pero que es una decisión que tiene que "pensar".

"Los que seamos escogidos seremos diputados y tomaremos posesión del acta que ganemos en las urnas", afirmó, a la vez que consideró que "hay algo que chirría si el sistema político español cree normal que lo que te puede llevar a ser presidente te pueda llevar a la cárcel".

A su juicio "sería una contradicción para el sistema político español" plantear que después del debate de investidura "tuviera que ir esposado".

"Las decisiones sobre especulaciones de consecuencias electorales las dejaremos para otro día, ahora estamos hablando de realidades judiciales", agregó Puigdemont, quien insistió en pedir "garantías para que las elecciones se desarrollen con normalidad".

"Si las condiciones de las elecciones son normales, los resultados serán normales, pero no olvide que las condiciones para estas elecciones no son normales", añadió.

Sobre la posibilidad de que se traslade de Bélgica a otro país europeo, algo que podrá hacer una vez que el juez belga formalice la decisión de suspender las medidas cautelares a las que estaba sujeto, Puigdemont mostró su intención de quedarse de momento en este país.

Preguntado por la posibilidad de quedarse de manera indefinida en Bélgica, dijo que "desde el momento en que tomo mis decisiones, estoy preparado con todas sus consecuencias".

El expresidente de la Generalitat de Cataluña y candidato a las autonómicas por JxCat Carles Puigdemont ha dicho este miércoles que "el Estado español ha tenido que retirar la euroorden" y que actuó así porque "tenía miedo" de que Bélgica no la ejecutara por ser "una chapuza".

Puigdemont ha comparecido junto a los cuatro exconsejeros del Gobierno catalán frente a los medios de comunicación por primera vez en más de un mes desde que se encuentra en Bruselas y un día después de que el Tribunal Supremo emitiera un dictamen para retirar las euroórdenes de entrega a España.

"Si Bélgica no se atreve a ejecutar una euroorden es porque sabe que no es aceptable ni presentable a las buenas prácticas europeas", ha dicho.

El exmandatario catalán ha insistido en que irse a Bélgica permitió "poner el foco internacional" en su situación y defenderse "en libertad", lo que a su juicio demuestra que "era la estrategia adecuada, la estrategia útil".

Puigdemont ha comparecido acompañado por los exconsellers Toni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí, además de parte de su equipo legal que ha llevado la defensa en el proceso en Bélgica.

El expresidente de la Generalitat afirmó ademas que "tenía intención de volver" a España cuando llegó a Bélgica y anunció que valora hacerlo tras las elecciones del 21-D para "tomar posesión" de su acta como diputado, aunque dijo que tiene que "pensar" antes de "tomar la decisión".

"Los que seamos escogidos seremos diputados y tomaremos posesión del acta que hemos ganado en las urnas", afirmó en una comparecencia ante los medios de comunicación en Bruselas, la primera desde que el Tribunal Supremo decidió retirar las euroórdenes de arresto contra él y los exconsejeros que le acompañan en Bélgica.