Los líderes de Manos Limpias y Ausbanc, Miguel Bernad y Luis Pineda, se pusieron de acuerdo para "negociar la retirada de la acusación contra la Infanta Cristina" en el caso Nóos "a cambio de un acuerdo que les beneficiara económicamente", para lo que presionaron al abogado de la Infanta.

Esta es la conclusión a la que llega el fiscal de la Audiencia Nacional José Perals en su escrito de acusación contra Pineda y Bernad, a quienes pide 118 y 25 años de prisión, respectivamente, en el que incluye a la abogada que acusó a la Infanta en Nóos, Virginia López Negrete, que se enfrenta a casi 12 años de cárcel.

El escrito dedica un apartado al que llama 'caso Palma', es decir, al intento de extorsión que, según la Fiscalía, se hizo a la Infanta Cristina a cambio de retirarle la acusación en el juicio de Nóos por parte de Manos Limpias, personada como acusación popular y que fue la única parte que acusó a la hermana del Rey, que finalmente salió absuelta de delito fiscal.

En ese apartado, el fiscal afirma que Pineda y Bernad presionaron "al entorno de la defensa" de la Infanta, unas presiones que comenzaron en octubre de 2015, cuando Bernad se puso en contacto con el director de la Fundación La Caixa (donde trabajada la Infanta), Jaume Giró, con quien se entrevistó el 7 de octubre en la sede de esa fundación en Barcelona.

A esa cita, explica el fiscal, acudió Bernad con el supuesto propietario de una empresa de seguridad denominada LPM que se encontraba en grave situación financiera y propuso a Giró que "ayudara económicamente a dicha empresa con la cantidad de dos millones de euros y que, a cambio de ello, retiraría la acusación contra la infanta".

"Jaume Giró no atendió al requerimiento de Miguel Bernad", prosigue el fiscal relatando, ante lo que el 29 de febrero de 2016 Pineda llamó al directivo de la Fundación La Caixa "y retomó la propuesta, insistiéndole en la necesidad de tomar una decisión inminente a cambio de interceder para que Manos Limpias retirara la acusación contra la infanta Cristina".

Dos semanas después, el 14 de marzo de 2016, Pineda se puso en contacto telefónico con el directivo del Banco Sabadell Gonzalo Barettino "para negociar el asunto relacionado con el archivo de la causa contra la infanta Cristina y le planteó la posibilidad de tener una entrevista con Miquel Roca Junyet", abogado de la infanta en el caso Nóos.

En esa conversación, dice el fiscal, Roca manifestó a Barettino que no quería entrevistarse con Pineda "por razones deontológicas", pero le pidió que acudiera a la entrevista "movido por la curiosidad de saber qué quería" el presidente de Ausbanc.

Barettino volvió a hablar ese mismo día con Pineda y le manifestó que ya había hablado con Roca y éste le había pedido que acudiera él a la reunión, tras lo que quedaron en Madrid al día siguiente, el 15 de marzo de 2016, para tratar este tema.

En esa entrevista entre Pineda y Barettino, el presidente de Ausbanc le dijo "que se estaban replanteando cambiar su posición procesal en el juicio de Palma, en referencia al caso Nóos, respecto a la Infanta Cristina, pero que habían tenido muchos gastos procesales, que podrían haber llegado 'hasta los tres', refiriéndose a tres millones de euros".

El directivo del Sabadell contestó a Pineda que no quería seguir hablando del tema, pero que se lo trasladaría a Roca, quien, al ser informado por Barettino del contenido de la reunión, "le manifestó que no tuviera más contactos con Luis Pineda", según la tesis del ministerio público.

El fiscal cree además que de toda esta estrategia "era conocedora la abogada que ejercía directamente la acusación en el caso Nóos, Virginia López Negrete, quien seguía las instrucciones que le daba Miguel Bernad y enviaba la información que obtenía del caso a Luis Pineda".