El candidato de JxCat a presidir la Generalitat, Carles Puigdemont, ha mostrado su respeto por que "lamentablemente" el presidente del Parlament, Roger Torrent, haya aplazado el pleno de este martes sobre su investidura como presidente de la Generalitat, y ha asegurado que el soberanismo no avanzará sin realismo y sin unidad.

"Mis intenciones permanecen intactas", ha añadido este martes por la noche en un mensaje a través de las redes sociales, al final de la jornada en que Torrent ha anunciado el aplazamiento del pleno que debía empezar a las 15.00 horas.

Puigdemont lamenta que Torrent "ha optado por otro camino" este martes, pero asegura que la investidura es precisamente el camino más rápido para dejar atrás la intervención de la autonomía.

Ha asegurado que este martes hubiera querido dirigirse a la ciudadanía como presidente de nuevo investido, en respuesta a la "voluntad nítida" de los electores, como ve reflejado en la mayoría absoluta del Parlament, pero ha defendido que se debe respetar a Torrent por aplazar el pleno.

Para él, "hoy Cataluña tenía la oportunidad de seguir construyendo el país que los catalanes quieren" y ya habría que estar hablando de gestión de Govern.

Puigdemont ha avisado de que no es realista creer que el 155 se levantará "cumpliendo como alumnos aventajados la doctrina del 155", sino que el realismo es atender al resultado electoral, con más de 2 millones de votos independentistas y una participación de casi el 80%, ha dicho.

Un Constitucional "interferido y teledirigido por la Moncloa"

Por eso, considera probado que la democracia surge del Parlament, no de un TC "interferido y teledirigido por la Moncloa", así que augura que Catalunya deberá defenderse de eso en los próximos años.

"No tengo ningún derecho a abrir ninguna puerta que legitime este ataque que hemos sufrido como país", ha reivindicado, pero ha dicho que todo es posible con diálogo y negociación.

Con este objetivo, ve llegado el momento de que el soberanismo "dé una respuesta unitaria y coordinada" ante lo que ha tachado de desafío del Estado, cumpliendo así con la voluntad de las movilizaciones de los últimos años y los resultados electorales.

Y ha pedido esta unidad porque augura nuevos desafíos que vendrán desde un Estado "con permiso para ir más allá del Estado de derecho", frente a lo cual hay que tener unión y pacifismo, hasta llegar a lo que ha definido como plenitud de la libertad de Cataluña.

El candidato ha empezado su mensaje destacando que este martes cumple tres meses en Bélgica con parte del que fue su Govern, "instalado en el exilio con una doble intención": preservar la continuidad de la institución del autogobierno que representa y mantener la capacidad de acción y opinión para defender el mandato del referéndum del 1-O, ha dicho textualmente.

Ha acusado al Gobierno de intentar cambiar en los despachos lo que no ha obtenido en las urnas, y ha advertido de que aceptarlo desde Catalunya traicionaría la voluntad de los electores, y "la democracia ni se aplaza ni se suspende".

"Estamos en medio de un conflicto político, un conflicto que no queremos y no hemos buscado", ha dicho, y ha insistido en que los catalanes rechazaron durante el 21-D el artículo 155 de la Constitución y que se persigan las ideas.