El entorno de Puigdemont rechaza cualquier intento de asignarle un cometido simbólico, que pueda desempeñar sin regresar a España, para dar una salida al bloqueo en que se encuentra la recién iniciada legislatura catalana por la imposibilidad de investir en ausencia al expresidente. La portavoz de JxCat en el Parlament, Elsa Artadi, advierte que "no consideramos en ningún caso que el presidente Puigdemont deba ser un presidente simbólico". Como refuerzo a ese argumento, Eduard Pujol, portavoz parlamentario adjunto, afirma que Puigdemont "tiene que hacer de presidente y mandará".

JxCat rechaza de forma explícita la vía abierta por el líder de ERC, Oriol Junqueras, al sugerir una doble presidencia, una simbólica en el exterior encarnada por el expresidente y otra ejecutiva al frente de la Generalitat. Artadi -que se perfilaba como la encargada de asumir este último cometido, algo que ella rechaza- aseguraba ayer en una entrevista con el diario "Ara" que Puigdemont es el único candidato de JxCat y del Parlament. Tiene el apoyo de la mayoría absoluta de los diputados, por lo que la portavoz parlamentaria considera inexplicable "que se esté hablando de planes B o de alternativas".

La modificación de Ley de Presidencia, propuesta por JxCat para que Puigdemont pueda ser investido sin acudir a la Cámara catalana, pretende "poner por escrito y de manera explícita lo que ni el reglamento ni la ley prohiban". "Nos han dicho que con la normativa actual no podemos hacer lo que queremos. Pues nosotros cambiamos la normativa", explica Artadi, que rechaza la posibilidad de que el Tribunal Constitucional impugne la reforma porque supondría limitar la capacidad legislativa del Parlament.

La portavoz de JxCat elude analizar las dificultades de la negociación con sus socios de ERC, que rechazan volver a la vía unilateral que en la práctica defiende el grupo de Puigemont, y quiere aclarar el reparto del futuro Ejecutivo y su programa de gobierno. Pese a la coincidencia de los grupos independentista en el rechazo a una nuevas elecciones, Artadi avisa de que "es evidente que no se puede descartar nada". Pese a ello, "no tendría sentido y tampoco estamos tan alejados para acabar en unas elecciones", afirma la portavoz de JxCat.

En apoyo de la posición de JxCat salió ayer la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que reclama a los partidos soberanistas que invistan a Puigdemont "de forma efectiva, sin estar condicionados a los desacreditados tribunales españoles". El secretariado de la entidad ciudadana que preside Jordi Sànchez, encarcelado en la prisión de Estremera y ahora diputado de JxCat, exige a los diputados secesionistas que estén "dispuestos a asumir las responsabilidades y consecuencias penales". ANC anuncia que prepara ya movilizaciones "para apoyar a acciones valientes o para exigirlas" y que saldrá a la calle si no hay acuerdo para la investidura. La vuelta a Cataluña permitirá a Puigdemont " asumir el reto de liderar la creación efectiva de la República Catalana", sostiene la ANC.

Toni Comín, exconsejero y diputado de ERC huido a Bruselas con Puigdemont defiende la opción de un doble Govern, uno en Catalunya y otro en la capital belga. "Si los objetivos son acabar con el 155 y avanzar hacia la independencia, la solución solo puede ser contar con los dos instrumentos", afirma Comín. "El Govern en el interior nos permitirá levantar el 155, pero sólo podrá hacer políticas autonómicas, estará vigilado", por lo que un Ejecutivo en Bruselas permitiría avanzar hacia la república.

En una muestra de las distancias personales en el seno del independentismo, el cuñado de Oriol Junqueras reprochó ayer a Puigdemont que no hubiera llamado a la esposa del exvicepresidente en los cien días que éste lleva en prisión.