El acuerdo entre ERC y Junts per Catalunya (JxC) para desbloquear la XII legislatura catalana se topó ayer con un nuevo obstáculo; y ello aunque Carles Puigdemont haya dado un paso atrás para que el "número dos" de su candidatura Jordi Sànchez, en prisión, le sustituya como aspirante a la investidura. ERC pone pegas ahora a la designación del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y propone que la alternativa sea su líder, Oriol Junqueras, asimismo encarcelado.

"Con la propuesta de Puigdemont (de pasarle el testigo a Sànchez), se rompe una línea muy defendida por JxC, que es la del Govern legítimo. Cuando Puigdemont toma la decisión que tomó ayer (por el jueves), a quien le correspondería legítimamente es a Oriol Junqueras", aseguró el portavoz de Esquerra en el Parlament, Sergi Sabrià, quien, además, dejó muy claro que el acuerdo "global" no está cerrado. "Aún quedan flecos", avisó.

Fuentes conocedoras del estado de las negociaciones consultadas por "Europa Press" reconocieron que el nuevo escollo paralizará los dos siguientes movimientos, previstos para la próxima semana: un acto en Bruselas para poner en marcha la estructura política en "el exilio" que pilotaría Puigdemont (el denominado "espacio Libre de Bruselas") y el propio pleno de investidura.

Uno de los puntos de mayor fricción es el papel que tendría Puigdemont al frente de un consejo de la república de nueva creación desde el que el expresident aspira a decidir quién puede y quién no ser consejero del futuro Govern. A ello se suman ahora los recelos de Esquerra a la candidatura de Sànchez.

A ERC no puede satisfacerle la designación de un aspirante al que, muy probablemente, el juez Llarena no permitirá salir de la cárcel para asistir al Pleno de investidura. Los republicanos defienden desde el principio la formación de un Govern efectivo, que pueda levantar el artículo 155, lo que, traducido, significa un ejecutivo y un presidente sin cuentas pendientes con la justicia.

Así las cosas, las conversaciones se retomaron ayer para abordar otros puntos sobre los que también hay desacuerdos: el reparto de carteras y, especialmente, quién asume la dirección del área de comunicación y la portavocía del Govern, así como la Consejería de Enseñanza.

Había malestar ayer en JxC por la reivindicación de Junqueras como candidato; sobre todo, por el sacrificio que consideran que significa la renuncia de Puigdemont. Pero Esquerra no puede verlo así, porque Sànchez es casi tan inelegible como el expresident. La CUP terció reclamando a ERC que presente formalmente a Junqueras como aspirante.