El Gobierno ha nombrado a la diplomática Julia Alicia Olmo y Romero nueva embajadora en Misión Especial para las Amenazas Híbridas y la Ciberseguridad, un desafío al que el Gobierno presta una atención creciente y que, de hecho, aparece por primera vez en la Estrategia de Seguridad Nacional aprobada en 2017.

Ese documento habla de la ciberseguridad dentro de la conocida como 'guerra híbrida' y cita, en concreto, los ciberataques, las operaciones de manipulación de la información y elementos de presión económica, que apunta que se han manifestado "especialmente" en procesos electorales.

La embajadora Olmo, nacida en Madrid en 1961, es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología e ingresó en 1990 en la Carrera Diplomática y hasta ahora era vocal asesora en el Gabinete de la Subsecretaria del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

Ha sido jefa de Área de Relaciones con Medios de Comunicación de la Oficina de Información Diplomática y ha estado destinada en las representaciones diplomáticas españolas en Uruguay y Colombia. Fue subdirectora general adjunta de Personal del Ministerio de Asuntos Exteriores, consejera Cultural y de Cooperación en la Embajada de España en México y embajadora de España en las Repúblicas de Ghana, Togo y Angola.

Al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación le corresponde aplicar la línea de acción número 8 del Plan Nacional de Ciberseguridad, que pasa por promover un ciberespacio internacional seguro y confiable, en apoyo a los intereses nacionales.

Para ello, coordina el plan de Cooperación Internacional y Unión Europea, que tiene carácter transversal, ya que la cooperación internacional afecta también a otras líneas de acción como la lucha contra el ciberdelito y el ciberterrorismo, la protección de las infraestructuras críticas o la ciberdefensa.

La globalización y la conectividad obligan a recurrir a la cooperación internacional para lograr un ciberespacio seguro y confiable, con estándares globales y un sistema jurídico internacional. Exteriores representa a España en estos esfuerzos .

Otra de las responsabilidades de este Ministerio es cumplir con las atribuciones de la Estrategia de Acción Exterior. Aprobada en 2014, ya identifica la ciberseguridad como una de las cuestiones prioritarias dentro del mantenimiento y promoción de la paz y la seguridad internacionales.

En el foco por Cataluña

La estrategia de Seguridad Nacional avisa de que la finalidad última de la 'guerra híbrida' es "la desestabilización, el fomento de movimientos subversivos y la polarización de la opinión pública". Este tipo de ataques, y en particular las noticias falsas y su distribución por las redes sociales, saltaron a la actualidad en España a raíz del desafío independentista en Cataluña, igual que, meses antes, en Estados Unidos comenzó a hablarse de intentos de manipulación de las elecciones presidenciales por parte de Rusia.

En el caso español, el Gobierno dijo tener informes que situaban tanto en Rusia como en Venezuela cuentas de Twitter falsas activas en el 'procés', pero no acusó de ello al Gobierno de Moscú. Con todo, el embajador ruso en España tachó de "aberración" que los medios apuntasen al Kremlin, que siempre se pronunció públicamente a favor de la integridad territorial de España.

El Gobierno español prestó también especial atención a la ciberseguridad con motivo de las elecciones catalanas del 21 de diciembre.

La Estrategia de Seguridad Nacional repasa las características propias del ciberespacio, como su componente tecnológico, fácil accesibilidad, anonimidad, alta conexión y dinamismo", y señala que España es un país altamente interconectado.

Además constata que en los últimos tiempos las acciones delictivas en él han aumentado "notablemente" en número, alcance y sofisticación. tanto por parte de Estados --"que persiguen la expansión de sus intereses geopolíticos a través de acciones de carácter ofensivo y subversivo"-- como de organizaciones terroristas, grupos de crimen organizado y actores individuales.

"La utilización del ciberespacio como medio para la realización de actividades ilícitas, acciones de desinformación, propaganda o financiación terrorista y actividades de crimen organizado, entre otras, impacta en la Seguridad Nacional, amplificando la complejidad y la incertidumbre, y también pone en riesgo la propia privacidad de los ciudadanos", enfatiza.

Por ello, se marca como objetivo garantizar un uso seguro de las redes y los sistemas de comunicación e información a través del fortalecimiento de las capacidades de "prevención, detección y respuesta a los ciberataques".