El juez del Supremo Pablo Llarena comunicó ayer a los exconsejeros Carles Mundò, Meritxell Borrás y Santiago Vila (por ese orden en las fotos) sus procesamientos por desobediencia y malversación. Los tres rechazaron los cargos -de los que sólo el segundo conlleva cárcel- sin querer hacer ninguna otra declaración ante el magistrado, que también comunicó su procesamiento a Mireia Boya. La exdiputada de la CUP sí contestó al juez, aunque para reprocharle el carácter "político" del procesamiento.