La crispación de mercados financieros sigue al alza en la Europa meridional por la gravísima crisis institucional en Italia (la tercera economía del euro) como causa determinante, a la que se ha sumado, aunque con un menor impacto, la incertidumbre política generada en España (cuarto país del área) a causa de la sentencia del "caso Gürtel" que condenó al partido gobernante y dio paso a la exigencia de responsabilidades al ejecutivo, con acciones de censura y la posibilidad de convocatoria de elecciones.

Las bolsas siguen contagiándose del severo castigo al parqué de Milán y a la deuda italiana. Ayer Milán se sufrió otro correctivo del 2,65% y esto supuso que Lisboa perdiese el 2,61%; Madrid, el 2,49; Fráncfort, el 1,53; París, el 1,29 y Londres, el 1,26%. El miedo cruzó el Atlántico: Nueva York cedió entre el 0,5% y el 1,58% en sus principales índices.

El sector bancario presionó ayer con fuerza a la baja a los parqués. En el caso español, el Ibex 35, con todos sus valores en rojo, perdió los 9.600 puntos tras culminar la quinta sesión en negativo, liderada por los descensos de Sabadell, Santander, Bankia, BBVA y Caixa Bank. El ministro de Economía, Román Escolano, culpó de loa caída bursátil a la moción de censura del PSOE contra el Gobierno.

La principal vía de contagio es el temor a una crisis del euro si en Italia prosperan las fuerzas antieuropeas, así como el derrumbe de los precios de la deuda italiana y el alza consecuente de su rentabilidad y prima de riesgo. El nerviosismo en el mercado de los bonos está trasladándose desde el día 13 al resto de los títulos soberanos de los países del Sur, con alzas de los diferenciales de riesgo y rentabilidad exigida a las deudas española, portuguesa y griega. A ello se sumó la sentencia del "caso Gürtel" el día 25 y sus efectos políticos.

La prima de riesgo de Italia superó ayer los 300 puntos básicos (el Estado debe pagar tres puntos porcentuales más que Alemania para financiarse en el mercado) aunque luego la tensión cedió parcialmente y anoche el diferencial se situaba en 291,5 puntos básicos, 57,5 más que la víspera. La prima que debe pagar Grecia para que los inversores compren sus bonos alcanzó los 545 puntos básicos; la portuguesa llegó a 190,9; y la española avanzó 16,4 y se situó en 134,4, lo que supone un aumento del 13,89%. Irlanda y, en menor medida, Francia, Holanda, Austria y otros países también registraron la salida de dinero: la venta de títulos por los inversores reduce su precio y eleva su rentabilidad, lo que endurece las condiciones financieras.

El dinero sale de los países más endeudados por el temor a una crisis institucional en el euro. España tiene el mayor déficit de la zona y la quinta mayor deuda pública, además de un elevadísimo endeudamiento externo, todo lo cual le hace ser muy vulnerable a una repetición de la crisis soberana. Los inversores que abandonan los países de más riesgo se refugian en el bono alemán, lo que explica que Berlín se financie cada vez más barato: ayer su bono a diez años rentaban el 0,26% frente al 0,34% de la víspera. Por el contrario, los inversores exigían ayer el 4,8% al griego (0,33 puntos porcentuales más que un día antes), el 3,18% al italiano (0,48 más), 2,17% al portugués (0,12 de aumento) y el 1,61% al español (0,09 al alza). El euro sigue a la baja y registró su menor nivel desde noviembre de 2017 en 1,155 dólares.