La Bolsa española remontó ayer el 1,76% (la mayor subida de las grandes plazas europeas), hasta los 9.632,4 puntos, con todos los valores del índice selectivo Ibex 35 al alza, salvo Aena, Gas Natural y Red Eléctrica. A su vez, la prima de riesgo (el diferencial de coste al que se financia el Estado español respecto al alemán en función de la cotización de los bonos públicos en el mercado entre inversores) volvió a relajarse y España lideró las caídas junto con Portugal y Grecia. La prima (que denota más confianza en el país cuanta más baja) se redujo en España en 15,10 puntos básicos, hasta situarse en los 100, lejos de los 134 del martes. Con ello, la prima de riesgo española encadenó ayer tres jornadas consecutivas a la baja.

El debate desde el jueves de la cuarta moción de censura en 41 años de democracia y la votación de ayer (que la convirtió en la primera triunfante, lo que precipitó el cambio de Gobierno) no crisparon a los mercados financieros en España ni en otros países del sur de Europa: en Italia la prima se redujo en 12 puntos básicos, y en Portugal y en Grecia el descenso fue de 15, como en España.

Las Bolsas europeas también tuvieron un comportamiento favorable: Londres subió el 0,31%; Fráncfort, el 0,95%; París, el 1,25%; y Milán, el 1,49%. La recuperación la lideró el selectivo español, con un ascenso del 1,76%, pese a lo cual cerró la semana con una caída del 1,98%.

La rentabilidad exigida al bono español bajó 0,06 puntos porcentuales, hasta el 1,44%, con lo que se situó en niveles inferiores a los del pasado día 22, dos días antes de la sentencia del primer juicio por el "caso Gürtel" que condenó al PP y que dio pie, un día más tarde (el 25), a la moción de censura socialista. Ayer también se redujeron las rentabilidades demandadas por los inversores a los bonos de Italia, Portugal y Grecia. Los cuatro mayores países del Mediterráneo habían vuelto a ser en los últimos días, como en el pasado, el principal foco de la desconfianza.

El sosiego de ayer -como el nerviosismo desde días antes de que se formulase la moción del PSOE- tuvieron su principal origen en la situación política italiana y no en la española.

Esto, que ya era perceptible desde hace dos semanas, se confirmó ayer -con independencia de lo que pueda ocurrir en el futuro inmediato, en función de la composición del nuevo Gobierno español y de sus primeras medidas económicas-, cuando el insólito e inaudito desplazamiento del Gobierno del PP por una moción de censura (un hito sin precedente en España) no suscitó ninguna vorágine de nervios, en contra de lo que Mariano Rajoy pronosticó a las 10,10 horas de anteayer, jueves, en su primera intervención en el Congreso durante el debate de la moción de censura. Pedro Sánchez, candidato entonces, le contestó en su turno de réplica a las 12.15 horas y atribuyó la volatilidad a causas ajenas: "En Portugal la prima de riesgo subió más que en España y allí no hay moción de censura", argumentó.

Ni tan siquiera la escalada de la tensión de la guerra comercial de EE UU contra Europa soliviantó a los mercados, salvo la caída de las Bolsas el jueves por la tarde tras conocerse la decisión de Donald Trump.

La relajación de los tres últimos días procede de la reconducción de la crisis institucional de Italia, donde ayer tomó posesión el nuevo primer ministro, Giseppe Conte. El impacto de la inestabilidad italiana era necesariamente mayor que la incertidumbre política que suscitó la moción en España porque Italia es la tercera economía del euro, tiene la tercera mayor deuda del mundo desarrollado, hubo una colisión entre la jefatura del Estado y los dos partidos que suman la mayoría, además de un fracaso del presidente de la República en su intento de promover un Gobierno técnico, y porque en Italia -y esto es determinante- hay fuerzas contrarias el euro y a la UE (aunque han moderado su discurso), lo que no ocurre en España.