El Gobierno reveló ayer que ha aceptado el ofrecimiento de Francia de acoger a cuantos lo deseen de los 630 refugiados que viajan a bordo de la flotilla formada por el buque "Aquarius" y dos navíos militares italianos. La llegada de la flotilla al puerto de Valencia está prevista para esta misma mañana, con probabilidad antes de mediodía. La aceptación de la oferta fue anunciada por la Vicepresidenta, Carmen Calvo, en un comunicado en el que se precisa que, previamente, se examinará la situación de cada migrante.

El presidente Sánchez "agradece al presidente (francés, Emmanuel) Macron su cooperación" y "considera que este es el marco con el que Europa debe dar respuesta" a la cuestión migratoria, afirma el comunicado de Calvo, quien ayer conversó con el embajador francés en España.

Calvo está coordinando en Valencia el operativo destinado a acoger a los refugiados, rescatados del mar el sábado de la pasada semana en aguas próximas a Sicilia por el "Aquarius", que no recibió la autorización del Gobierno italiano para tocar tierra en ese país. En el operativo participan ocho ministerios, entre ellos el de Fomento, cuyo titular, José Luis Ábalos, anunció que los migrantes tendrán una autorización especial de un mes, pero a partir de ahí se les tratará con la legalidad en la mano, "sin excepciones".

El "Aquarius" y su flotilla se encontrarán en Valencia con un amplio dispositivo de acogida, en el que participarán 2.320 personas, un millar de las cuales son voluntarios de la Cruz Roja. Otros 470 son traductores. En el puerto se ha desplegado una enorme pancarta que dice "Bienvenidos a vuestra casa" en varios idiomas, incluido el árabe.

El grupo de refugiados está compuesto por 450 varones adultos, 80 mujeres -al menos siete de ellas embarazadas-, 11 menores de 13 años y 89 adolescentes también menores, según datos oficiales facilitados ayer. Proceden de 26 países: 23 del continente africano, además de Afganistán, Bangladés y Pakistán.

Entre tanto, el Gobierno italiano, con el ministro del Interior, el liguista Matteo Salvini, a la cabeza, volvió a prohibir ayer el acceso a sus puertos a las ONG que cumplen labores de salvamento, lo que acentuará las tensiones en la UE por la crisis migratoria.