La derrota en el Congreso, con la abstención de sus socios de la moción de censura es, según quién la mire desde Asturias, la evidencia de la fragilidad parlamentaria del Gobierno socialista o "un ejercicio de irresponsabilidad compartida". Esta última frase condensa la reacción del consejero de Presidencia del Principado al bloqueo de los objetivos de estabilidad presupuestaria y llama la atención sobre su certeza de que "no es sólo el PP el que pone obstáculos". Mirando a la abstención de Podemos, Guillermo Martínez ve "difícil de entender que alguien se oponga a que las administraciones públicas dispongamos de más recursos para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos".

Borrar la flexibilización de los objetivos de déficit de las comunidades autónomas prevista por el Gobierno -pasando del 0,1 al 0,3 por ciento del PIB en 2019- elimina el margen adicional de 49 millones de euros de que habría dispuesto Asturias para diseñar el presupuesto del año que viene. En ese punto se concentra también la crítica del secretario general de la Federación Socialista Asturiana. Adrián Barbón reprueba la "oposición táctica del PP" y especialmente la abstención "inadmisible e incomprensible" de Podemos.

Desde el otro lado, el portavoz de Ciudadanos en Asturias y vicepresidente primero del Congreso, Ignacio Prendes, interpreta "el fracaso del Gobierno" como una prueba de "su extrema debilidad" y sostiene que "la única salida razonable es convocar ya elecciones". El diputado de Foro, Isidro Martínez Oblanca, explicó su voto en contra asegurando que "ya conocemos los resultados de imitar a Zapatero, el empobrecimiento y el hundimiento del empleo", y vaticinó que "subir impuestos, financiar a la carta autonomías despilfarradoras y aumentar el déficit arruinará la economía".