El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradeció ayer a los secesionistas catalanes, sin citarlos, "el tono que está adquiriendo" la convocatoria prevista en Barcelona para el próximo día 17 en el primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils.

Las declaraciones de Sánchez llegan después de que las asociaciones Ómnium Cultural y ANC, la trama social del independentismo, anunciaran esta semana que no boicotearán los actos pese a la presencia del Rey. En su lugar celebrarán actos de homenaje al exconsejero de Interior Joaquim Forn (encarcelado) y al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero (procesado). Este cambio de actitud contrasta con las amenazas de boicot blandidas días atrás por el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra.

El PP terció ayer en la polémica a través de su secretario general, Teodoro García Egea, quien aseguró que Sánchez "se la juega" el día 17, porque si permite que en el aniversario de los atentados yihadistas del pasado año se profieran "insultos" contra el Rey y el acto se convierte en una "reivindicación" de la independencia catalana, quedará "deslegitimado como presidente del Gobierno".