El excomisario José Manuel Villarejo se reunió en febrero de 2017 en un restaurante con el empresario Juan Muñoz, marido de la periodista Ana Rosa Quintana y su hermano, quienes querían contratar sus servicios.

Los hermanos Muñoz querían conocer los puntos débiles del abogado de su exasesor fiscal, al que reclamaban una deuda. En las conversaciones de esta cita publicadas hoy por El Mundo, se recoge la solución ofrecida por el excomisario, actualmente, en prisión provisional incondicional, para ayudar a sus clientes:

- Juan Muñoz: "Teníamos en esa persona confianza [...] me pintó la facturación para no pagarle el IVA [...] un tipo serio, y Fernando, con la liquidez, le daba en mano a gente que de otra forma se te va".

- Fernando Muñoz: "El tío cuando sale de la empresa que colaboraba con nosotros, va el tío [...] y falsifica mi firma y la pone en los bancos, y esa pelota cada vez mayor, hasta que a los dos años, en 2006, nos llega a nosotros por parte de un banco [...]".

- Villarejo: "[...] el tema de investigación lo que voy a hacer es subcontratar yo a detectives de mi confianza que yo voy a manejar, que ellos en un momento determinado van a ir a declarar lo que sea [...].

- Juan Muñoz: "Me parece estupendo".

- Villarejo: [...] "El CNI lo grabó farlopeando y yo me voy a volver a hacer con esa grabación, que creo que la puedo localizar... y claro, no le interesa a él salir en algún medio o en YouTube con unas periquitas y pegándose un tirito".

- Juan: [...] "Con eso se le puede trincar [...] Eso lo debilita".

La frase de Villarejo se recoge en las cintas aportadas por Anticorrupción al juez de la Audiencia Nacional, Diego de Gea, poco antes de autorizar la detención de los hermanos Muñoz y sus abogados el pasado 31 de julio. Sin embargo, todos quedaron en libertad tras declarar y solo se impusieron medidas cautelares a Fernando Muñoz y a los dos letrados.