El lehendakari, Iñigo Urkullu, defendió ayer un nuevo Estatuto vasco que tenga rango "cuasi-constitucional" en el marco de un Estado confederal que salga de un acuerdo plural en Euskadi. En el Pleno de política general que abre el curso del Parlamento vasco, el peneuvista propugnó una relación con el Estado basada en la "bilateralidad" y el "pacto", y un sistema de garantías que impida la vulneración del autogobierno.

Urkullu afirmó, además, que si fuera "verificada la existencia de una mayoría clara de la sociedad vasca, el Parlamento de Vitoria "puede realizar un pronunciamiento solemne", que cuente con "el máximo acuerdo posible, sobre el derecho de los vascos a ser consultados sobre la opción de la independencia, en su caso, o sobre cualquier otra, siempre que previamente se haya trabajado cuál es el objetivo de la consulta".