El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que del caso de Quebec en Canadá se pueden extraer algunas lecciones para intentar resolver el problema de Cataluña.

Sánchez se ha reunido este lunes en Montreal con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y en la conferencia de prensa conjunta posterior han sido preguntados por la posible similitud de ambos casos y si es posible sacar alguna conclusión para Cataluña de lo ocurrido en esta región canadiense.

En Quebec se han celebrado dos referendos para que los ciudadanos decidieran sobre su independencia y en ambos casos fue rechazada esa posibilidad.

Sánchez ha dicho que la lección que hay sacar de Quebec y de Canadá es que desde la política y el respeto a la legalidad se pueden encontrar soluciones políticas.

"Cada país debe encontrar su camino para resolver esos conflictos políticos. Y si algo tenemos que extraer de la experiencia de Canadá es esa", ha insistido.

Para el jefe del Gobierno, lo más importante es garantizar la convivencia.

"En Cataluña, desgraciadamente durante más de una década ha habido bastantes procesos electorales y dos referendos (en referencia a las consultas celebradas por la Generalitat y no reconocidas por el Estado) y lo curioso es que siempre ha salido el mismo resultado, que el independentismo no cuenta con una mayoría social detrás", ha añadido.

Frente a ellos ha hecho hincapié en que siempre ha habido una mayoría social en Cataluña que no ha pedido independencia ni tampoco continuar como hasta ahora, sino reforzar su autogobierno.

"Es ahí donde está centrando el Gobierno de España su propuesta política y creo que esa es probablemente la reflexión, la conclusión que podemos sacar del proceso que solucionó la crisis en Canadá respecto a Quebec", ha añadido.

Por su parte, Trudeau ha subrayado que la cuestión de Cataluña es un asunto "interno delicado" y se ha limitado a señalar que tiene mucha confianza en el Gobierno de España y en los ciudadanos para que se respeten los derechos humanos y la libertad de expresión.

Posibles indultos

Por otro lado, Sánchez, ha rechazado este domingo opinar sobre la posibilidad de indultar a los dirigentes independentistas que están en prisión porque considera que es una mera "hipótesis", pero ha apelado a la "empatía" para restablecer la convivencia en Cataluña.

"El Gobierno no se pronuncia sobre hipótesis; el Gobierno se pronuncia sobre realidades", ha recalcado en la conferencia de prensa que ha ofrecido junto Trudeau, y antes de resaltar que el carril de la Justicia tiene su recorrido, mientras que su responsabilidad es responder a esta crisis desde la política.

Sánchez ha hecho estas consideraciones al ser preguntado por las declaraciones de su vicepresidenta, Carmen Calvo, y de la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, sobre la situación en prisión de los dirigentes independentistas.

Calvo ha manifestado que "no sería lógico alargar la prisión preventiva" a los líderes independentistas si su juicio se retrasa mucho, mientras que Cunillera, en unas declaraciones matizadas posteriormente, se ha mostrado partidaria de concederles el indulto si es que lo piden.

En relación con un posible indulto, Sánchez ha señalado que la reflexión de Cunillera y que él comparte es que en la política española y sobre todo cuando se habla de Cataluña falta "empatía"; porque ha habido durante demasiados años, a su juicio, un lenguaje grueso, de confrontación y de división.

En ese contexto ha insistido en que la prioridad de su Gobierno para Cataluña es restablecer la convivencia, "tender puentes" y que se pueda empezar a hablar y dialogar entre catalanes.

Sánchez ha recordado también su crítica desde hace años a que para resolver el problema catalán se dejara la política a un lado y se centrara todo en la respuesta judicial.

"Lo que propone este Gobierno es que dejemos a un lado la vía judicial y empecemos a hablar de política. Desde la ley, diálogo", ha recalcado.

Para él es importante que la Generalitat haya iniciado el diálogo en las comisiones bilaterales que llevaban hace siete años sin reunirse y que esta semana haya reconocido que se va a incorporar a las comisiones multilaterales con el resto de comunidades autónomas.

"El Gobierno tiene una hoja de ruta clara que si tiene un objetivo es resolver desde la política un conflicto político, y que lo vamos a hacer desde la ley y el diálogo", ha insistido.

En ese contexto, ha reiterado que "el carril de la Justicia tiene su recorrido y la responsabilidad del Gobierno es responder desde la política a una crisis política".

El jefe del Ejecutivo ha admitido que este problema no se va a resolver a corto plazo pero ha destacado la necesidad de afrontarlo con "paciencia, tesón, determinación y sentido de Estado".

Además, ha expresado su deseo de que la oposición sintiera también el peso de esa responsabilidad y apoyara al Gobierno en esta tarea.