La riada sigue cobrándose vidas. El hallazgo de los cadáveres de una pareja de alemanes de 61 y 63 años cerca del torrente de Canyamel, en Artà, elevó a 12 la cifra de fallecidos en la mayor tragedia de la historia reciente de Mallorca.

Cientos de efectivos seguían buscando a Artur, el niño de 8 años cuya madre murió tras poner a salvo a su hija, de 5 años, al verse sorprendida por la inundación. Por la tarde se encontraron en Son Carrió algunos efectos, al parecer una mochila, que la familia del niño identificó como suyos, por lo que la búsqueda se centró en esa zona.

Los especialistas no descartaban la aparición de nuevas víctimas y peinaban el terreno a conciencia. En las zonas afectadas, especialmente en Sant Llorenç, continuaban los trabajos de limpieza para despejar las calles de lodo, coches y todo tipo de enseres arrastrados por la corriente. A los 900 efectivos de los servicios de emergencias se sumaron cientos de voluntarios. Las instituciones ultiman ya las primeras ayudas sociales y económicas a los damnificados y empiezan a reconstruir las infraestructuras arrasadas.

GMv2_fin|pTipoComp=videos&pIdGaleria=5bbe54dd6abc8679b210f694|GMv2_fin El resumen de la catástrofe por las inundaciones en Mallorca en 60 segundos. Vídeo: DM. Foto: EFE.

Las dos últimas víctimas mortales de la catástrofe son Mike Kircher, de 63 años, y su mujer Petra, de 61. Alemanes residentes en la isla, el martes por la noche circulaban entre Artà y Pula a bordo de su Ford Focus. Hicieron una llamada, alarmados por la avenida de agua, y su rastro se perdió. El vehículo apareció el miércoles junto al torrente de Canyamel, con las puertas abiertas, un teléfono móvil encendido, documentos y efectos personales. Como se temía, la pareja apareció muerta.

Sus cadáveres fueron hallados ayer por la tarde en una zona boscosa próxima al torrente. Otro ciudadano alemán, Andreas Körlin, periodista de 57 años, fue identificado ayer como una de las víctimas mortales. Su cadáver fue localizado el miércoles cerca del cementerio de Artà. El hombre, de vacaciones en la isla, se dirigía al aeropuerto a recoger a un amigo. Nunca llegó a Son Sant Joan.

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La riada de Mallorca ya se ha cobrado 12 vidas. Vídeo: ATLAS

Los equipos de emergencias continúan volcados en encontrar más víctimas. Oficialmente, el único desaparecido seguía siendo el niño de cinco años Artur. Su madre, la farmacéutica de Manacor Joana Lliteras, desapareció con él cuando la riada los sorprendió en su coche a las afueras de Sant Llorenç. La mujer, que logró poner a salvo a su otra hija de ocho años antes de ser engullida por el agua, apareció muerta el miércoles en la zona de Son Carrió. Allí se encontraron ayer por la tarde varios objetos, entre ellos una mochila, que podría ser del menor. Los familiares los identificaron como suyos, por lo que el rastreo se focalizó entonces en esa zona, sin obtener resultados. Estaba previsto que 150 personas continuaran la búsqueda a lo largo de la noche.

Durante toda la jornada, casi medio millar de guardias civiles, policías nacionales y militares peinaron extensas áreas por tierra, mar y aire en busca del niño y otras posibles víctimas. Los efectivos rastrearon los lechos de los torrentes y las zonas aledañas con la ayuda de ocho perros adiestrados. Especialmente intensa fue esta labor en s´Illot. Varias embarcaciones buscaron a lo largo de 600 metros lineales de costa y los buzos se sumergieron hasta a 20 metros de profundidad. Las condiciones era adversas, porque el agua estaba muy turbia. "Es un trabajo lento y muy técnico", explicó el portavoz de la Guardia Civil, Francisco Molina.

Limpieza y desescombro

Mientras, en Sant Llorenç se trabajaba con ahínco para que el pueblo recobre lo antes posible la normalidad. En calles y casas, los vecinos y los equipos de emergencias redoblaban los esfuerzos para retirar el barro y los vehículos y muebles arrastrados por la riada. La localidad recibió una avalancha de solidaridad, con cientos de voluntarios llegados de toda la isla. Tantos, que se decidió poner límites. Para hoy estaba ya cubierto el cupo y el 112 pidió a quienes quieran colaborar que se alisten a través del teléfono 012 para acudir el sábado y el domingo.

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Imágenes de las graves inundaciones

La consellera de Administraciones Públicas, Catalina Cladera, pidió "dosificar los esfuerzos, porque hay mucho trabajo para muchos días". Un hombre que participaba en los trabajos de limpieza de la casa de un vecino cayó a un socavón. Pudo salir por sus propios medios y precisó asistencia médica, pero su estado no era grave, explicaron fuentes delos servicios de emergencias. También en el resto de localidades afectadas, como s´Illot y Son Carrió continuaron ayer los trabajos de limpieza.