El Gobierno analiza ya posibles escenarios para un adelanto electoral al considerar que apenas existen posibilidades de aprobar el presupuesto para el próximo año por el rechazo de los independentistas a respaldar las cuentas mientras sus líderes sigan en la cárcel. El ministro Ábalos abrió ayer la puerta a que el 26 de mayo de 2019 se convierta en un "superdomingo" con la celebración de comicios locales, autonómicos, europeos y generales anticipados. Primero Ábalos dijo que "nada es descartable" y después, desde Marruecos, donde se encontraba en visita oficial, el presidente Sánchez avaló esa posibilidad al señalar que las palabras del titular de Fomento son de "puro sentido común".

El Ejecutivo mantiene su intención de presentar un proyecto presupuestario en diciembre aunque cada vez con mayor escepticismo sobre su futuro. Mientras empieza a calar que las cuentas para el próximo año ni siquiera llegarán al Congreso hay quien como el ministro de Exteriores, Josep Borrell, defiende que el Gobierno debe presentar los presupuestos aunque no salgan adelante. "Queremos un presupuesto propio y lo vamos a intentar hasta el final", manifestaba ayer Ábalos en un desayuno de Europa Press. Pero estamos en tiempos en los que "la política es tan líquida" que resulta imposible anticipar lo que ocurrirá. Si siete meses atrás hubiera dicho que iba a estar en el Gobierno nadie le hubiera creído, "me preguntarían qué me he fumado". En ese contexto "nada es descartable", ni siquiera que el 26 de mayo sea un "superdomingo" electoral por acumulación de comicios, incluidos los generales anticipados. Todo depende del presidente Sánchez, quien tiene la potestad de llamar a las urnas. Sin descartar la posibilidad apuntada por su ministro, el jefe del Ejecutivo se limitó a señalar que "cuando vayan a ser (las elecciones), que lógicamente serán porque vivimos en una democracia, se conocerá".

Malestar de los "barones"

Concentrar elecciones en mayo no es una posibilidad que guste a quienes se mueven en torno a Sánchez. En esa fecha todavía no habrá sentencia del juicio a los líderes del proceso secesionista catalán, lo que complicaría que el candidato socialista consiguiera los apoyos del independentismo si los necesitara para una posible investidura. El escenario tampoco satisface a los "barones" regionales del PSOE, partidarios de que los comicios autonómicos tengan relevancia propia y no queden en segundo plano con unas elecciones generales. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, defendía ayer que los votantes de cada comunidad quieren "elecciones propias" y "que se hable de ellos", por lo que es partidario de que las elecciones generales se convoquen en otoño de 2019.

El presidente del PP, Pablo Casado, pide al presidente Sánchez que "deje de jugar con las fechas" sobre un posible adelanto electoral y convoque elecciones "cuanto antes". Para el líder popular, entregado estos días a la campaña andaluza, con esos juegos con el calendario los socialistas "empiezan a reconocer que no tienen presupuestos".

Donde el posible anticipo electoral encontró reacción inmediata fue en Podemos, cuya ejecutiva acordó ayer convocar un Consejo Ciudadano Estatal extraordinario el próximo viernes en el que el secretario general, Pablo Iglesias, analizará con su dirección la situación política y la posibilidad de un adelanto electoral si el Gobierno no logra aprobar los presupuestos. Días atrás, Iglesias hablaba ya de unas elecciones anticipadas en marzo y defendía la conveniencia de llamar a las urnas si no hay cuentas para el próximo año. Sin embargo, la referencia del ministro Ábalos a un "superdomingo" inquieta a la formación morada en la medida en que deja traslucir que el Gobierno "no tiene muchas ganas de sacar adelante los presupuestos" pactados con Podemos y "tira la toalla", según el secretario de Organización del partido, Pablo Echenique.