El pesquero español Nuestra Madre de Loreto, que rescató hace una semana a 12 inmigrantes en el Mediterráneo, rechaza dirigirse a un puerto libio, como sugiere el Gobierno. Con alimentos para cinco o seis días y veinticinco personas a bordo, el barco navega al encuentro del Open Arms, dedicado a la ayuda humanitaria en la zona, con la intención de reaprovisionarse.

"Nos estamos dirigiendo al encuentro del Open Arms a ver si nos pueden ayudar. Nunca, nunca iríamos hacia Libia", afirmaba ayer el segundo del pesquero, Vicente Sempere, en conversación vía satélite con Efe. El patrón del pesquero de Santa Pola (Alicante), Pascual Durá, asegura haber dado orden al cocinero para que racione la comida "todo lo que pueda" por la limitación de las existencias. Durá afirma que tanto la tripulación como los rescatados se sienten "abandonados" y con la sensación de que "todo sigue igual", cuando se cumple una semana del rescate de los inmigrantes, que viajaban en una patera frente a las costas de Libia. Los veinticinco ocupantes del pesquero se sienten "cansados y tristes". "Estamos exhaustos y desamparados", afirmaba ayer el patrón mientras espera indicaciones sobre el lugar en el que pueden tocar tierra de nuevo.

El Gobierno indicó ayer a través de un comunicado que el pesquero puede dirigirse a un puerto libio para avituallarse y pidió la colaboración de los países ribereños "en caso de que se considere que Libia no cumple las condiciones para ser un puerto seguro". El Ejecutivo asegura que el capitán de la embarcación recibió un correo de Salvamento Marítimo de Libia en el que se le pide que se dirija al puerto de Al Khums, debido a que el mal tiempo impide que las patrulleras se puedan dirigir al punto en el que se encuentra el pesquero y proporcionarles los suministros que necesitan. "Tal y como establece la normativa de salvamento internacional, y dadas las condiciones meteorológicas, el pesquero debe dirigirse al puerto más próximo, en este caso, el puerto libio", señala el comunicado de la vicepresidenta, Carmen Calvo.

Para la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y otras organizaciones humanitarias, como Médicos Sin Fronteras y Save The Children, los inmigrantes rescatados por el pesquero de Santa Pola, entre los que habría dos menores, no pueden volver a Libia, por considerar que no se trata de un puerto seguro y existe un riesgo real de violaciones de derechos humanos.