El candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, no suscribe la "alerta antifascista" lanzada el domingo por el líder del partido, Pablo Iglesias, tras la irrupción de Vox, con 12 escaños, en el Parlamento andaluz. Bien al contrario, Errejón se niega a creer que haya "cuatrocientos mil andaluces fascistas", con lo que se desmarca del discurso de la dirección estatal y llama a la "humildad y la autocrítica" tras el pobre resultado de Adelante Andalucía.

Según el análisis de Errejón, el voto conservador que concentraba el PP se lo dividen ahora tres partidos, y a él le preocupa que compitan por ver quién es el más extremista. Pero Vox, precisó el candidato de Podemos, es "un síntoma, no el mal". Y lo que hay que enfrentar es el "caldo de cultivo" en el que después puede "anidar el miedo".

La receta de quien fue el "número dos" de Podemos consiste en "tener humildad y escuchar" para afrontar las causas del ascenso de la ultraderecha, que, a su juicio, tienen mucho que ver con el "malestar" y el "hartazgo" de la ciudadanía, que no percibió alternativas progresistas y se quedó en casa, "huérfana de referentes".

"No se puede salir culpando a otros del trabajo que no se ha hecho bien", destacó Errejón. Y añadió: "Las cosas se tienen que hacer mejor, no dividir, escuchar con más humildad y hablarle a todos no sólo a los convencidos" para que no se instale la desconfianza y el desconcierto.

Para que no avancen las fuerzas reaccionarias, "hay que hacer las cosas bien", recalcó. "No hay que regañarles, hay que mejorar".

No obstante, Errejón defendió la campaña de la candidata de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, porque, de no haber sido tan "buena", los resultados "hubieran sido peores" y, ante la opción de revisar la alianza con IU, pidió "reflexionar más allá de la siglas o las sopas de letras" y analizar qué se tiene que hacer para mirar hacia delante.