Esta noche podría ser la noche pero aún no hay nada definitivo. A pesar de que el propio Delegado del Gobierno en Andalucía se quejó ayer de la presión a la que estaban siendo sometidos los equipos de rescate y pidió que se dejaran de dar plazos y que se permitiera a los mineros asturianos trabajar en paz y tranquilidad, la esperanza es lo último que se pierde y los profesionales de la Brigada de Salvamento de Hunosa desplazados a la zona creen que podrían entrar hoy en el túnel que se ha tenido que volver a abrir y mediante el que presuntamente accederán al pequeño. En este enlace (pincha aquí) te contamos todas las últimas horas del caso para que no te pierdas ni una actualización de un suceso que ha conmocionado a España entera y del que están pendientes incluso desde el extranjero.

Avance interrumpido

El avance de los mineros asturianos se vio frustrado ayer después de que la cápsula en la que debían de bajar los profesionales se encontrara con varias dificultades en la perforación vertical. Hubo que abrir otro orificio y las labores para hacerlo empezaron de noche y siguieron durante la madrugada.

Un caso complicado

El pequeño Julen cayó al pozo la pasada semana. Desde el miércoles Málaga, Andalucía y toda España miran con preocupación a ese pozo en el que se han enterrado demasiados sentimientos. Pero en ocasiones parece que a pesar de la voluntad todo sale mal. Desde un primer momento los ingenieros encargados de los trabajos y desplazados a la zona (que están trabajando día y noche sin apenas dormir), reconocieron que se trataba de un caso más que complicado. Había que hacer una obra sin casi saber de qué estaba compuesto el terreno. No había tiempo para estudios ni para observar antes de perforar. Casi se trabajó a ciegas.

Un grupo especializado

El Ministerio de Defensa pidió desde un primer momento la colaboración al presidente de Hunosa. La hullera pública envió a Totalán al grupo de mineros asturianos en el que todo el mundo ha puesto su confianza. Se trata de ocho personas que quieren dar lo mejor de si mismas en un rescate en el que saben que se juegan mucho. No en vano a los pies de todo el operativo siguen los detalles de lo que sucede minuto a minuto los propios padres de Julen, acompañados en todo momento por un grupo de psicólogos.

Fue un avión del Ejército el que trasladó a los mineros hasta Málaga. Desde allí los trabajadores comenzaron a prepararse. "Han bajado por ese túnel en su cabeza más de 50 veces en su mente", reconocía hace días en conversación con este periódico uno de los exjefes de las brigadas que se han desplazado hasta el lugar del suceso.

Un grupo con historia

La Brigada de Salvamento Minero se creó en el año 1911. Por aquel entonces las principales empresas del Valle del Nalón acordaron en una reunión juntar sus fuerzas (y varios de sus efectivos) para crear un grupo que pudiera intervenir en caso de catástrofe. Y lo lograron. Desde entonces estos brigadistas han salvado cientos de vidas y han participado en numerosas misiones. Ahora en Málaga aseguran quienes les conocen que están prácticamente sin dormir y deseando entrar al túnel. De su trabajo está pendiente medio mundo. No en vano cientos de medios de comunicación de todo el planeta se han desplazado hasta la zona para conocer de primera mano todo lo que está sucediendo y para relatarlo en periódico y revistas de todo el mundo.

Un caso judicializado

Además de los trabajos para sacar a Julen también se están intentando depurar responsabilidades si las hubiera por lo sucedido. Hasta ahora ya había trascendido que la Guardia Civil estaba llevando a cabo interrogatorios de todo tipo y había recogido pruebas. Hoy se ha podido saber que un juzgado de Málaga ha abierto ya diligencias y están investigando los hechos por si se pudieran desprender responsabilidades de lo sucedido.

Un rescate más que calculado

Pero ¿cómo será el rescate en cuanto se permita a los mineros entrar en la zona? Los mineros se han repartido en turnos de dos (una pareja) que trabajarán en la zona durante 30 o 40 minutos seguidos (hay que recordar que excavarán un túnel horizontal prácticamente a mano en una situación de presión máxima y con mucha responsabilidad sobre sus cabezas en un terreno que desconocen y en una superficie de trabajo más que reducida). Los mineros entrará armados con hachas, piquetas y martillos neumáticos con las que abrirán una galería con una ligera pendiente para que la gravedad les ayude a la caída de los escombros.

Tarea complicada y sin plazos

Los mineros asturianos partieron hacia Málaga el pasado día 15. Al frente de todo el grupo se sitúa desde un primer momento el ingeniero Sergio Tuñón, jefe de Brigada de Salvamento Minero de Hunosa. En total el equipo lo componen además otras siete personas entre las que se encuentran cuatro brigadistas, dos mecánicos y un chófer. Todos ellos están deseando ponerse a trabajar y sobre todo hacerlo con un final feliz.

A lo que se niega todo el mundo a pesar de la insistencia de muchos en la opinión pública es a dar plazos del trabajo. Todos son conscientes de que a pesar de que las cosas están planificadas tal y como se puede ver estos días todo se pude torcer en una décima de segundo. El desconocimiento del terreno sobre el que están pisando es lo que más "fastidiia" la labor tanto de quienes quieren abrir el túnel como de los mineros que deben bajar por él para meterse en el fondo del pozo.

Solidaridad ciudadana

Entretanto desde fuera del túnel no dejan de llegar los mensajes de solidaridad y de aliento hacia los padres de Julen, que son en el fondo quienes peor lo están pasando y quienes más pendientes están de lo que pasen. La solidaridad la han demostrado tanto las empresas que han cedido maquinaria y trabajadores de forma gratuita como quienes a través de las redes sociales hacen llegar mansajes de cariño y afecto a los padres del pequeño que se cayó en un pozo en Málaga y al que ahora todos quieren ver con vida volviendo a jugar por las calles de su pueblo.