El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo este jueves ante el Consejo de Europa que frente los "relatos falsos" que se pretendan dar, España es una "democracia plena" en la que están garantizados la separación de poderes y los derechos de los ciudadanos.

A pocos días de que comience en España el juicio a los responsables del proceso independentista catalán, Sánchez visitó este organismo y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En su discurso ante el Comité de Ministros del Consejo de Europa Sánchez apeló, en "estos tiempos de fake news", a los hechos "reales y constatables" que muestran que este país es uno de los que menos reclamaciones ha recibido ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Tras insistir en que España es también una "democracia plena" por el imperio de la ley y porque los derechos humanos no están en cuestión, Sánchez advirtió no obstante de que "cuando se prima la crispación sobre el acuerdo" y se recurre a la "ruptura unilateral sobre consensos" la democracia "se debilita o resiente".

Y cuando se "recurre a la mentira o a los agravios", continuó, "son los ciudadanos los que sufren".

España, uno de los Estados más descentralizados

En su discurso, Sánchez subrayó que España es uno de los Estados más descentralizados del mundo, con amplias competencias para las comunidades autónomas y cuatro lenguas oficiales y culturas que tienen el "mayor nivel de protección de su historia".

Y eso es posible, ha señalado, tanto al "compromiso democrático de la sociedad" española como a la "inspiración" que han ofrecido a España instituciones como este Consejo de Europa.

El presidente del Gobierno español insistió ante el Comité de Ministros en definir a España como una "democracia plena avanzada" que asume como suyos los principios de separación de poderes, defiende la independencia judicial y cuenta con uno de los sistemas "más garantistas del mundo".

Por eso, ante esta institución que tiene entre sus atribuciones la de vigilar la ejecución de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Sánchez insistió en apelar, en este momento de "fake news", a "datos reales y constatables".

Y defendió el "poder de los datos" frente a quienes tratan de sostener sus proyectos políticos basándose en "relatos falsos" para "movilizar odio y división", riesgos ante los que no está ajena ninguna sociedad.

Señaló así que entre 2013 y 2017 el número de reclamaciones sobre España ante el TEDH estuvo "muy por debajo de la media del conjunto de los Estados miembros", una distancia mayor en el caso de las sentencias, con una media de solo seis al año.

Añadió en cualquier caso que no ofrece estos datos como signo de "autocomplacencia" sino como "estímulo para no dar un paso atrás".

"Aún nos queda por hacer y mejorar en protección de las libertades", admitió Sánchez, quien en cualquier caso insistió en su compromiso de seguir avanzando en la extensión de derechos sociales.

Y consideró que ejemplo de una "democracia plena" son algunas de las medidas de su gobierno, como la subida del salario mínimo internacional o la recuperación de la sanidad universal.